lunes, 22 de diciembre de 2014

Carlos Vidales. Segundo Homenaje en París, 20 de diciembre, 2014. Textos y fotografías

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En su 2a. etapa, provisional, publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con 

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20 de diciembre (sábado), París, 4:00 a 7:00 PM hr. local


 Carlos Vidales (Bogotá, Febrero, 1939 - Estocolmo,  Noviembre 6, 2014 )segundo Homenaje. 

De: Yves MONINO **. Fecha: Paris, 3 de diciembre de 2014, 6:17. Asunto: Homenaje a Carlos Vidales* sábado 20 de diciembre 16h-19h París . 
Para: NTC ntcgra@gmail.com . Queridos amigos de NTC, Después del magnífico homenaje oficial a Carlos Vidales * 
el 19 de noviembre en la Casa de América Latina en París, quisimos prolongar el evento con un segundo homenaje
 en el Café Argentino EL SUR *** donde Carlos se reunía con sus amigos cuando venía a París. 
Ahí tomaremos buenos vinos argentinos y chilenos y recordaremos los gratos momentos que pasamos con él acá. 
Gracias por enetecear la imagen ! Un gran abrazo de Yves.  


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---------- Mensaje recibido  ----------

De: Yves MONINO
Fecha: 22 de diciembre de 2014, 9:29
Asunto: Carlos Vidales segundo Homenaje en París, 20 de diciembre, 2014. Textos y fotos
Para: NTC ntcgra@gmail.com

Queridos NTC …:

El segundo homenaje a Carlos fue todo un éxito y el encuentro fue emocionante, cálido y festivo como a Carlos le hubiera gustado. Solo faltaba él. Lastimosamente no pudimos filmar videos pero les mando en adjunto el texto de algunas intervenciones y algunas fotos …

Un fuerte abrazo a María Isabel y a tí, Yves
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Carlos Vidales mamagallista

Por Yves Moñino .

París, Diciembre 20, 2014

Carlos y yo nos conocimos en el 2008 a través del magnífico blog literario de Cali, NTC… (Nos topamos con), animado por Gabriel Ruiz y María Isabel Casas. Criticábamos un artículo de William Ospina ( 1 ) sobre un uso suyo de la palabra “primitivo”. Enseguida nos unió una cálida amistad, basada en afinidades políticas y literarias, en una inagotable indignación frente a la injusticia, en un amor a las cosas de la lengua y en un gusto de mamar gallo con seriedad frente al cinismo o a la necedad de muchos poderosos y académicos, sin excluir de vez en cuando a los de nuestro bando. Como ya se ha celebrado estupendamente el Carlos humanista, poeta, narrador, erudito, historiador y el ser comprometido al servicio de los oprimidos, yo insistiré en el humor de Carlos y en su amor a las buenas charlas, comidas y vinos compartidos con los amigos, a partir de algunos extractos de nuestra correspondencia por e-mail y a través de NTC.

Carlos justifica su mamagallismo
Claro que yo hablo del profeta Nostradamus mamando gallo. No quise contar algo trágico: este buen médico combatió la peste obligando a los ciudadanos a bañarse regularmente con agua y jabón, pero la gente prefiere recordarlo como "profeta". Me mantengo en la línea de mamar gallo porque a mis compatriotas no les gustan los ensayos en serio.

Crítica literaria
Me comenta por e-mail:
William Ospina dijo, si no lo entendí mal, que había usado el epíteto "primitivo" con una acepción propia suya y que tú y yo debíamos haber entendido eso. Es como si alguien dijera: "el triángulo es una figura geométrica de ocho lados, y si alguien protesta por este enunciado, le aviso que uso la palabrá triángulo con una acepción propia mía que significa 'ocho lados' y así debe entenderse".

Carlos se niega a criticar un artículo literario publicado por la revista Arcadia:
Yo tengo, en mi recetario para hacer periodismo, un principio básico:
"Si no sabes qué vas a decir, no digas nada; y sobre todo, no digas todo".
Y no te digo más, porque ya te dije lo que quería decir.

Sobre un comentario mío a propósito del Nobel:
Muy bueno tu comentario, le voy a sacar provecho en mis futuras crónicas. Y si me acusas de plagio, diré que no, que es solamente “intertextualidad”.

Le escribo a Carlos sobre su poema corto “El cuervo”
definitivamente eres Vidales san, el maestro del haiku ilustrado, ¡das a ver el cuervo como un ser bello y simpático!
Carlos me cuenta:
Jaja, Yves san, lo pensé mucho. Antes de llegar a Suecia no les tenía ninguna simpatía a los cuervos, por su ”siniestra” imagen. Pero una vez, en un café al aire libre, en Estocolmo, vino un cuervo a vigilar mis panecillos desde una mesa vecina. Lo invité a comer un poco y él aceptó con una desfachatez y una confianza increíbles. Me atrevo a decir que charlamos unos minutos. Arriba, las gaviotas acechaban a ver si podían robarle al cuervo los bocados que yo le daba. Mi siniestro amigo las miraba como diciendo: ”Atrévanse, cabronas, que yo tengo ahora un amigo importante!”
Fue la primera vez que a mí, en este negro exilio, alguien me consideró ”importante”. Él era un jirón de la noche, tan negro como mi exilio. Y estábamos ahí los dos, él acechado por las gaviotas y yo acechado por los fantasmas del destierro, compartiendo nuestro pan.
Desde entonces siento simpatía por los cuervos.

Carlos a NTC sobre el premio Nobel de literatura a Vargas Llosa
Ya me tienen “chanchito” con eso de “se merece” o “no se merece” el Premio Nobel. ¿Es bueno, excelente? Ah, entonces “se merece el Premio”. ¿Es malo, mediocre? Ah, entonces “no se merece el Premio”.
No me importa si García Márquez “lo merecía” o si Vargas Llosa “no lo merecía”, ese no es el problema. El Premio Nobel no se merece a García Márquez ni a Vargas Llosa ni a Asturias ni a Gabriela Mistral.
Los señores académicos suecos se sienten autorizados a asumir el papel de jueces supremos de la literatura universal sin saber ni swahili, ni congo, ni español, ni japonés, ni chino, ni árabe, ni guaraní, ni persa, ni italiano, sino a lo sumo mucho alemán, francés como para decir “bonjour” e inglés como para leer la obra de Kawabata en traducción gringa. ¿De cuándo acá nos hemos dejado enajenar el juicio, despojar del criterio, hasta el punto de que estamos dispuestos a delegar en dieciocho académicos nórdicos la potestad inalienable de juzgar como lectores, según nuestro leal y sano saber y entender?
Yo comento en NTC:
Tengo que confesar un grave desacuerdo con Carlos : el Nobel sí se lo merecen algunos, aunque no sea por sus escritos. El dinamitero Nobel creó el premio que lleva su apellido y que al revés se lee Lebon, o sea "El Bueno" en francés. Quiso ensalzar obras MORALES y, por si las moscas, literarias.
Carlos contesta en NTC:
Mi querido amigo Yves me hace notar algunas fisuras de mi magistral diatriba: algunos malos escritores sí se merecen el Premio Nobel y el premio, a su vez, se los merece. Estoy en todo acuerdo con el desacuerdo de Yves.

De Carlos a sus  amigos sobre un texto de Jotamario Arbeláez
Yo no soy ningún “orgullo de nuestras letras”. No soy nadie. Mis mejores textos han sido escritos por mis amigos el burro Pantxo, la cucaracha Victoriana, la culebra Margarita y el ratón Heráclito. Son ellos quienes firman porque ellos escriben lo que escriben cuando yo pienso como ellos.
Si yo pudiera escribir como Quevedo, les diría [a esos académicos que se atribuyen la autoría de textos ajenos] que son una caterva de cabrones y cabronas, putamente nacidos y vergonzosamente entretenidos, carne de los infiernos, excrementos del Juicio Final, hijos de cópula entre falso notario uribista y alguacil endemoniado, falsos positivos de la literatura, y otras bellezas por el estilo. Pero como no sé escribir como Quevedo y como soy una persona decente, incapaz de decir groserías, no les digo nada.

Cuando Carlos ejerce la crítica a través de sus animales de compañia
Pantxo, el burro de Carlos, reacciona en NTC a una reacción mía a propósito de la estatua de Sebastián de Belalcázar en Cali
Híjole, se emberriondó mi excelente amigo franchute don Yves Moñino! Ojalá tuviéramos más franchutes como él en Colombia, no solamente porque escribe muy bien sino porque es buen ejemplo para vuestras colombianas mercedes: él dice francamente su opinión sin insultar a nadie y eso da mucho gusto.
Me ha emocionado enormemente que el Señor Hermano Yves diga que yo, humilde burro, tengo una “divina prosa”. Se lo agradezco de corazón y le prometo que trataré de merecer tan alto elogio cuando la inspiración me estimule a escribir alguna de mis reflexiones. No será fácil, porque don Carlos Vidales me tiene ahora muy ocupado con una cantidad de menesteres tan abrumadora, que he llegado a sentir nostalgia de aquellos días terribles de la conquista, cuando el tunante de Belalcázar me obligaba a cargar baúles repletos de biblias e instrumentos de tortura. “Estamos civilizando”, decía ese bandido.
Cuando se dice que a la gente hay que juzgarla según los parámetros de su tiempo, a mí se me arrugan un poquito las orejas y pienso que todo, absolutamente todo es relativo, como decía el hermano Einstein. En la física, el espacio y el tiempo son relativos entre sí y recíprocamente. Del mismo modo ocurre con los valores morales: ¿Juzgaré a los rufianes del tiempo del hermano Francisco con los valores del tiempo de los rufianes, o con los del tiempo del hermanito de Asís?¿No están el tiempo y sus valores divididos en clases, según el teorema del hermano Marx, de modo que en todo tiempo hay valores de explotadores y valores de explotados, de opresores y de oprimidos, de desplazadores y de desplazados, de conquistadores y de personas decentes?
No lo sé, explíquenmelo vuestras mercedes que todo lo saben. Yo me quedo con el argumento de mi amigo el Señor Hermano Yves. Siempre que han aparecido infamias en la historia, han aparecido consecuentemente los luchadores contra las infamias.
Y ya basta, porque don Carlos Vidales me llama desde sus aposentos para que le alcance el “Elogio de la Bragueta” del hermano Rabelais, y me va a tomar media hora encontrarlo en el caos de su biblioteca.
Pantxo el Orejón

Crítica histórica
Una vez, en una de mis clases de historia, comenté que Carlos V nació un 25 de febrero y que Carlos V (Vidales) hizo lo mismo, aunque en diferente año. Al llegar el día del examen final, incluí en el formulario la pregunta: "Nombre a dos personajes importantes del Siglo de Oro español", y uno de mis estudiantes respondió: "Miguel de Cervantes y Carlos Vidales".
Naturalmente lo califiqué "sobresaliente".

Crítica política
Carlos comenta de manera premonitoria las elecciones presidenciales francesas:
Te escribo ahora sin que se sepa todavía el resultado de las elecciones francesas. Ojalá que pierda Sarkozy, porque casi cualquier cosa es menos mala que él. Lo que me preocupa es que, si gana Hollande, el próximo será un triunfo arrollador de Le Pen o de algún descendiente de Pétain. Los camaradas socialdemócratas tienen la virtud de los buenos sirvientes: acomodan bellamente la habitación y el lecho para que el  señor de la mansión (o el cerdo) se refocile a sus anchas.

Crítica filosófica
Carlos comenta a sus amigos el aniversario de la muerte de Descartes en Estocolmo
Al llegar a Estocolmo había opinado: "En el invierno de Suecia se congelan las ideas como se congela el agua". Con las ideas paralizadas por el frío nórdico dejó, pues, de pensar, luego dejó de existir.
Estoy congelado, luego existo.

Crítica religiosa
Carlos a sus amigos:
Dice mi excelente amigo Yves que el fútbol es el nuevo opio del pueblo. Totalmente de acuerdo. Pero a veces un poquito de opio viene bien, calma los nervios, trae una sonrisa de alegría a esta vida perra y brinda la ocasión de darle un abrazo muy fuerte a un amigo sincero, o a una amiga sincera.
Hoy, el fútbol me ha devuelto la fe en las vaticinios, las profecías, los oráculos y las premoniciones. Me he pasado toda la Antigüedad, la Edad Media, la Revolución Francesa y el Capitalismo, en un estado de ateísmo lamentable, convencido de que las cosas no se pueden predecir y que los acontecimientos son el resultado de la compleja dinámica de la realidad.
Pero héte aquí que un pulpo alemán, el pulpo Paul, ha vaticinado sin ningún error los resultados de todos los partidos de fútbol jugados en este mundial. Había vaticinado que España ganaría contra Alemania en los cuartos de final. Yo no le creí porque la razón, la lógica, las matemáticas del fútbol y mi ateísmo congénito me decían que Alemania tenía que ganar.
Y España ganó. El pulpo pitoniso tenía razón. El Destino existe. ¡Hossanna!
He recuperado mi fe. Ahora soy creyente. Creo en Paul, el pulpo que todo lo sabe, el Señor del Destino, el Guardián de los Secretos del Universo. Que mi buen amigo Yves me perdone.

Carlos me comenta un texto suyo El Padre, la Espada y el Poder. Reflexiones sobre el culto a Bolívar:
Los venezolanos tienen su Dios, Bolívar, con su Satanás, Santander. Ahora están metiendo en ese Olimpo a otro Dios: Chávez. Deberían aprender de los musulmanes, que son muy celosos en establecer que solamente hay un Dios (Alá) y solamente hay un profeta (Mahoma). Cualquier otra cosa conduce al desarrollo de nuevas religiones, cismas y conflictos. Todo esto lo digo irónicamente porque sospecho que la gente comienza a cansarse de estos cultos y manipulaciones evidentes al servicio del poder.
Muy oportuna tu cita de « La Internacional » ["No hay Salvador supremo / Ni Dios, ni César, ni tribun, / productores, salvémonos a nosotros mismos"]. Los revolucionarios debemos ser siempre saludablemente ateos, porque eso nos obliga a confiar en las propias fuerzas.

Crítica lingüística y juegos de lengua
Carlos practica el bello arte de traducir
Como prometí a mi amigo Yves durante mi reciente visita a París, envío aquí una de mis notas magistrales sobre el bello arte de traducir y lo digo en italiano: traduttore, traditore.
La grippe aviaire se promène dans les airs avec les oiseaux migrateurs et sur les ondes avec les nombreuses interventions publiques expliquant qu'il n'y a pas lieu de s'alarmer même si on enferme les poulets.
Aquí mi traducción:
La gripe del aviador se promociona en los aires con los huesos migratorios y al sur de las ondas con las nombradas intervenciones públicas explicando qué hilo no tiene paso ligado de alarmarse mismo si uno enferma a los pollitos.
Le comento:
Tu traducción no traiciona nada, pues el texto de partida es tan inepto como el resultado en español.

Le comento a un texto suyo sobre la femenización de la lengua española
Giscard empezaba sus discursos por "Francesas, Franceses…", y el humorista Pierre Desproges, lo parodiaba así : "Francesas, Franceses, Belgas, Belgas…".
Centinela en francés es de género femenino, nunca se oye *le sentinelle. ¿Tendremos que masculinizarlo? El hembrismo lingüístico también hace estragos por acá y aparecen monstruos como l’auteure o la chercheure.
Yves, lingüisto
Y Carlos me comenta:
Una muy querida amiga, en desacuerdo con mi mensaje, me escribió preguntándome si ese pequeño grupo de encorbatados de la Academia de la Lengua tiene derecho a disponer sobre una cosa que es del pueblo, nuestra bonita lengua. Esto es lo que le respondí: “Pues no sé cuántos y cuántas miembros y miembras tienen las 23 academias de la lengua, querida Olga. Son todos ellos y ellas quienes, por consenso, explican las reglas gramaticales.
Lo que sí sé es que sus dictámenes y dictámenas nunca son decretos. Nunca jamás, ni siquiera en los tiempos y tiempas tenebrosos y tenebrosas de la edad oscura, la academia ha sido una institución resolutiva. Solamente constata lo que es la norma gramatical de la lengua, y la explica. Nada más. Ahora, cada cualo y cada cuala puede hacer nuestra lengua más bonita de lo que es, como puedes constatar por mi texto.
Una cosa es cierta: en español, el género es gramatical y exclusivamente gramatical. Para los anglosajones y las anglosajonas, el “género” es un asunto de hombres y mujeres, porque según ellos, no hay una humanidad sino “dos géneros”, el hombre y la mujer. Para los hispanohablantes, existe solamente el “género humano”, con dimorfismo sexual, pero un solo género. Lo que hay de sexista en una y otra concepción, lo dirá alguna sabia o algún sabio del futuro.
Yo soy ardiente partidario del mestizaje lingüístico, pero rechazo el imperialismo idiomático. Rechazo a los gringos y gringas que pretenden imponerle una norma anglosajona a mi lengua materna, por medio de estudios científicos y discursos académicos, utilizando todos los recursos ideológicos para lograrlo: la ecología, el feminismo (estudios “de género”), todo.”
PD. Me alegra mucho que te declares lingüisto, para evitar confusiones, jeje.

Crítica gastronómica y alcólica
Carlos me pide disculpas por su silencio:
El estrés, el alzheimer y el vino suizo Dôle (un vino suizo es como un reloj de precisión de fabricación colombiana) me distrajeron de modo lamentable.

Carlos me transmite una inquietud existencial
Compré un Bordeaux que me pareció bueno porque anunciaba tener mucho cuerpo. El primer trago fue delicioso, pero mientras más aire recibe, más acuoso se va poniendo, como el buen Gregorio Samsa que mientras más dormía más cucaracha se volvía.
¿Cuál es tu opinión sobre este vino?
Este es un asunto crucial, decisivo para resolver todos mis problemas existenciales.
Si no sobrevivo a este asunto, es mi última voluntad ser enterrado en el cementerio del Padre Lachaise, sección borrachos ilustres.
Trato de aliviar su inquietud:
No me demoro en contestarte ya que el asunto es de vida o muerte. Mejor que mis consejos, que son subjetivos, ve al portal siguiente : http, etc.
Será una excelente preparación, en un futuro lo más lejano posible, a tu finca del Père-Lachaise, el único lugar de esta República donde la igualdad y la fraternidad han sido realizadas, pues los borrachos ilustres yacen mezclados con borrachos desconocidos y ¡qué horror!, con los abstemios.
Carlos no está de acuerdo:
Ajá! Eso es lo que no me gusta de ese cementerio: la promiscuidad!

A veces me dan ganas de organizar un palenque de borrachos ilustrados en tierras de Francia para fundar la ”Viña Rabelais” y producir el vino pantagruélico que tanta falta nos hace.
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Carta de Carolina Ortiz a Vladimir Corredor, un amigo común

París, un día en que Carlos debería estar aquí con nosotros.

Querido Volodia,

Como tuve que ser para usted portadora de malas noticias sobre Carlos, primero su hospitalización y luego su deceso, quiero compartir con usted la visión que tengo, o parte de ella, de nuestro amigo común.
Carlos y yo nos hicimos amigos por que nos encontramos muchos puntos en común, pero sobre todo por tres razones primordiales. La primera, porque ambos éramos amigos suyos, eso, sin duda alguna nos acercó mucho, la segunda, porque los dos amamos la lengua castellana y toda su riqueza, y la tercera, porque los tres, usted, Carlos y yo, somos algo así como luchadores por la justicia social y los derechos humanos. Eso también nos une a Yves. Los cuatro tenemos la suficiente lucidez como para darnos cuenta de que éste mundo es cada vez mas podrido e injusto, pero seguimos teniendo la esperanza de que esto se puede cambiar, y que podemos tratar de hacer un mundo mejor, así nosotros no podamos conocerlo. Pero lo conocerán generaciones venideras, si seguimos luchando. De los cuatro, Carlos y yo los más encarnizados. Yves y usted son mas racionales, se involucran menos afectivamente en esa lucha que sabemos todos de antemano perdida para nosotros. Carlos era una especie de Robin Hood, con muchas causas (y hay que decirlo, mejor dotado en armamento lingüístico, y yo mas bien estoy por el lado del llanero solitario, sin otra arma que la lengua, pero con máscara. A Carlos, le gustaba mostrarse, yo en cambio ando mas bien escondida.
Yves y Carlos se hicieron muy amigos por internet, en donde ambos se demostraban sus respectivas lucideces. Es bien cierto que tanto Carlos, como Yves, son personas de mucho brillo intelectual, debido entre otras cosas a las muchas lecturas en ambos. Y ellos, con razón, se vanaglorian “sencillamente” de sus muchos y profundos conocimientos. Eso me molesta un poco, de ambos, pero los admiro por su saber e inteligencias profundas. Y para mi una persona es inteligente cuando sabe apreciar justamente el valor de las personas y las cosas.
Afortunadamente se le ocurrió a Yves, hace ya algunos años, invitar a Carlos a pasar unos días en  casa, dándome la oportunidad de conocerlo. Y junto a él, a nuestro común amigo David.
Suele suceder que a la hora de la muerte de las personas, y sobre todo en los homenajes, se destaquen solamente virtudes, como dice el dicho: “no hay muerto malo” pero pocas veces como en esta ocasión se puede decir con justicia y exactitud que Carlos era un hombre de mucho valor.
Era uno de esos tipos a quien uno le tomaba afecto inmediatamente, por su humor provocador, su “espíritu” como llaman los franceses, por su carácter, por su naturalidad, por su lucidez, por su originalidad, y demás singulares virtudes que lo caracterizaron. Aunque se ufanaba mostrando sus dones, a veces con mucha arrogancia, curiosamente era sencillo. Decía que era uno de tantos, con su humor característico. Y si, podía compartir con cualquier persona, aunque es de anotar que acababa enseñándole algo.
No es fácil encontrar personas con una personalidad como la suya. Diría que es uno de esos tipos de persona difíciles de superar. Pero también creo que hombres como él, con la vocación enorme que tenía como pedagogo (y esa es su mayor virtud), son capaces, con su ejemplo, de ayudar a que surjan hombres como él. Estoy persuadida de que esa fue su función como profesor, como escritor, como padre y como amigo.
Carlos reunía, en su personalidad, virtudes que rara vez aparecen juntas. Por una parte, era un hombre de pensamiento profundo, de inteligencia visionaria, un hombre de gran cultura y excelente humor. Y por otra parte, era un artista y un hombre de acción. Como artista, poeta, fotógrafo y pintor, y como hombre de acción su larga carrera de militante político, de la que no puedo decir mucho, porque es una faceta que poco conocí.
Aunque nos escribíamos mensajes con alguna frecuencia, a veces en coplas rimadas mamando gallo, nuestra comunicación más frecuente, casi diaria, se hizo a través de Facebook. En fin que nuestro amigo Carlos me hizo hacerme activa en esa red social, porque me encantaba leer o ver lo que publicaba, y muchas veces hacerle algún comentario. El también comentaba a veces lo que yo ponía. Aún después de muerto su Facebook siguió activado por sus amigos. Durante varios días recibí fotos suyas con los comentarios de los amigos de la red.
Aunque le ocurría a veces hablar de Miranda o Bolívar o publicar un poema de su padre, su pasión por la historia, la crítica literaria y la poesía no eran tan presentes en Facebook, las conocemos mejor por lo que nos enviaba con cierta regularidad.  Carlos nos ofrece en la red, una imagen de investigador apasionado y ecléctico. Tenía preferencias en muchos frentes con buenos resultados : Luchador por los derechos humanos y la justicia social, Luchador por el buen uso de la lengua castellana, Luchador por la naturaleza, en especial los animales y más especialmente los pájaros, reptiles y batracios (lo que comparte con usted, Vladi), fotógrafo, (tomaba muchas fotos porque “temía quedar ciego y quería guardar las imágenes en su memoria” como dice bajo una de sus fotos en Facebook) creador de diversas “galaxias” y otros dibujos con técnicas de fotomontaje, y un tanto narcísico, publicaba muchas fotografías de él en muchas poses y diferentes edades, y lo más serio, que le ocurría de vez en cuando, la filosofía y la astrofísica.  Me tramó una vez que a partir de una frase que publicó “La Materia es la parte de la Nada que puede ser percibida -es decir, tergiversada- por nuestros sentidos » y después de una pregunta de alguno de sus amigos y un comentario de mi parte, a Carlos le dio por explicar problemas de astrofísica. La materia blanca visible y la materia oscura, imperceptible por nuestros sentidos, en fin, en poco espacio y con mucha claridad explicó algo que es difícil de comprender, citando filósofos presocráticos, del renacimiento y la astrofísica contemporánea. Admirable su capacidad de síntesis. De pronto escribía frases superficialmente profundas como ésta, que no olvidaré: “Los pensamientos profundos sólo valen cuando salen a la superficie.” O  ésta llena de humor, “Quien le da la espalda a la realidad recibe al fin una feroz patada… al sur de la espalda”
Era un tipo chévere Carlos. Por eso cuando pienso en su vida, en su conducta, me atrevo a decir que fue un caso singular, un hombre rarísimo en cuanto fue capaz de conjugar en su personalidad no solo las características de hombre de acción, sino también de hombre de pensamiento, de hombre revolucionario y de mucha sensibilidad humana, unidas a un carácter de hierro, a una voluntad de acero, a una tenacidad indomable y una buena dosis de narcisismo.
Su inteligencia multifacética lo hacía capaz de escribir sobre cualquier tema de ciencias humanas y otras cosas. Así como realizó numerosas conferencias internacionales, de la misma manera educó combatientes revolucionarios o estudiantes de letras e historia.
Era un estudioso de todos los problemas humanos, era un lector infatigable. Su sed de conocimientos era prácticamente insaciable, y las horas que le quitaba al sueño las dedicaba al estudio.
Pero no era un estoico o espartano, más bien hedonista y gozón. Le gustaba mucho viajar, apreciaba el buen vino, la buena comida y sobre todo compartir su tiempo con los amigos.
No sé mucho sobre sus estudios académicos, pero puedo decir que era un autodidacta estructurado. Eso también es raro, porque la mayoría de los autodidactas son demasiado eclécticos, demasiado borrosos.
Pero basta de hablar de la vida de Carlos, o mejor dicho de lo que yo percibo de la vida de Carlos, para entrar en sus escritos. Pero era necesario valorar a la persona humana, y Carlos para mi era una persona muy humana.

Los escritos de Carlos son de diversos órdenes, por una parte, ensayos, con temas históricos, filosóficos, políticos, de critica literaria y otros. Por otra parte, una producción literaria que  se reparte entre poesía y algo que podríamos llamar “crónica humorística”. También hizo traducciones.
Los ensayos se caracterizan por utilizar una lengua clara, sencilla, fácil de entender, llena de sentido y casi siempre de sentido profundo. Bien escritos y pedagógicos.
En poesía Carlos trabaja la lengua, la esculpe y a veces hasta la dibuja.
Y eso de dibujar la lengua no es una metáfora. En sentido recto, lo hacía con sus caligramas. Y para lograrlo se tiene que ser dibujante. Pero no solamente utiliza las palabras como materia de dibujo, sino que penetra en la profundidad de ellas hasta lograr equiparar el sentido en voces de significados contrarios. La contradicción, es decir el juego de los antónimos. Era el estilo de su padre, Luis Vidales quien juega con los contrarios. Pero Carlos el no juega con las palabras, él utiliza la lengua para darle fuerza a su verdad humana. Por eso la lengua es una de sus preocupaciones.
Cuando hablo de la lengua de Carlos, hablo de una lengua en la que se exploran los infinitos matices de sentido que cobran las palabras al ser asociadas. No es la palabra misma, forzada a significar otra cosa, no, es no la manera como se asocia a otras palabras. En esto Carlos tiene mucha lucidez y logra unas sentencias profundas al acercar palabras de significados casi contrarios en una misma frase, con una lógica silogística. Como en esa sentencia que pusimos en la invitación, “El vuelo, oficio y disciplina de la libertad”. Solamente Carlos asocia la libertad a un oficio o a la disciplina, pero si uno lee el texto completo uno no se puede impedir de asociarlo a una verdad, una sentencia. O en esa otra que ya cité “Los pensamientos profundos sólo valen cuando salen a la superficie.” En donde las palabras profundidad y superficie son amalgamadas. Carlos ama la lengua castellana y nos invita a amarla con él. En los ensayos, por su sencillez, y en su otra producción literaria, por la brevedad sintética. En todos sus escritos, por su profundidad. Su humor sardónico es también profundo, como en su :
Receta para ver el futuro
Ver el futuro
es lo más fácil del mundo
solo hay que tener paciencia
y esperar que ocurra.
Hasta su critica participa de esa brevedad sintética, Lo nuevo, lo personal, es la construcción, en donde lo acertado no es la asociación inesperada de palabras, sino la lógica conceptual de dicha asociación. Carlos comunica con precisión, y exigiendo un esfuerzo intelectual mínimo por parte del lector. Como en su poema “El Dios”, publicado en el 2013:
Cansadas, las criaturas
del ocio sin sentido
inventaron un dios.
Y le pidieron consejo, pero el dios era mudo.
Y las criaturas lloraron
y rogaron.
Y dijo una criatura:
– Dios me ha hablado,
yo soy su mensajero,
he aquí su mandamiento:
– Me debéis amar
a mí y a nadie más
por sobre todas las cosas.
De lo contrario
os daré odio y castigo eternos
y tormento sin fin.
Y las criaturas se sintieron felices.
Carlos reflexiona sus propuestas lingüísticas. Su lengua no es fortuita. Hay un trabajo de búsqueda semántica que quiere hacernos parte de su visión del mundo. Tanto en su prosa como en el verso, logra sorprendernos con sus temas audaciosos y su fineza de pensamiento.Ejemplo de ello el poema Geometría y piel de gallina” del que cito solo una estrofa:
Luego de arduas reflexiones, he puesto al desnudo
la ética miserable del cubo.
El cubo no es de confiar: tiene seis caras.
Por eso, los tahúres usan cubos
disfrazados de dados
para engañar a los incautos.
Manteniendo siempre frente a la lengua castellana una actitud de respeto y reverencia, se sumerge en ella para encontrar las multiplicidades de sentido.
Arte de amar
En el arte de amar,
supongo yo,
los colibríes
se cuentan
historias de aguas y de flores.
Lejos de forzar la lengua o desvirtuarla, sus frases sencillas nos transportan a mundos poéticos y mágicos.
Nocturno Tropical (2011)
La madre noche:

un manantial de ranas

y de estrellas
Prefiere utilizar significados primordiales, cuando quiere, extrae de las palabras significados nuevos basándose en su etimología sin jamás violentarlas.
Es justamente ahí donde está su sensibilidad verbal, y no necesariamente en la técnica, que vemos similitud con Quevedo, autor favorito suyo, al que se le ha acercado en más de una ocasión:


Delirium tremens
Carlos Vidales


Este que veis aquí, guiñando el ojo,
sonrisa en ristre, gesto soñoliento,
oreja arzobispal, flojo el anteojo,
ancha nariz donde se hospeda el viento,

dientes en ruinas, barbas en remojo,
cejas que van buscando el firmamento,
cabello negro, limpio, sin un piojo,
ebrio de fantasía el pensamiento,

es Don Carlos Vidales, autor fino
(entre un trago de ron y otro de vino)
de relatos burlescos y cazurros.

Por él son fuerzas cósmicas las ranas,
las culebras ardientes cortesanas
y profundos filósofos los burros.

Con éste poema vidalista-quevediano termino mi incompleto retrato de Carlos, nuestro amigo que se fue sin despedirse.

Carolina Ortiz

Diciembre de 2014
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Aclaración: Carlos se quejaba de sufrir muchos calambres y Carolina le mandó unas recetas de un libro francés llamado Remedios de la abuela. Entre ellas estaba la de untar de jabón de Marsella las sábanas, remedio que le pareció muy gracioso a Carlos.

Saludo del año nuevo

Espero que hayas pasado
en compañía de una dama,
el fin del año acabado
claro está, que en una cama.

Que no fuera resbalosa
eso sí te lo deseo
porque el resbale no es cosa
de aguantar en el morfeo.

Mi amado Yves me dijo
que comerías lasaña
junto con un buen botijo
y lejos de toda alimaña.

Ojala que todo eso
haya sido acompañado
de al menos un buen queso
de esos que huelen dañado.

Y pa’que en el año nuevo
no sufras más de calambres
evita poner el huevo
en tus comidas y fiambres.

Ahora, cambiando de tema,
supe que ibas a venir
a pasearte por el Sena
y encontrarte a Vladimir.

Lástima que no viniste
a ésta, que es tu casa
buena comida perdiste
es así que todo pasa.

Para mi fue una sorpresa
la venida de Vladimir
por culpa e’ mi oreja tiesa
a Yves no pude oir.

Aunque estoy como una tapia
yo no he perdido audición
necesito una terapia
pa bajar la inflamación;

El problema es que la pepa
que cura las hinchazones
es muy mala que yo sepa
pa’ mis otras afecciones.

Es así amigo querido
que nos llega la vejez
la salud se nos ha ido
todo se pone al través.

Como ya me puse a hablar
de achaques  y enfermedades
ya es hora de terminar
de decirte necedades.

Primero te quiero contar
a Vladi hemos invitado
con él vamos a almorzar
mariscos, vino y helado.

Te adjunto con lo presente
ahora que de verso hablamos 
lo que siempre tengo en mente
pero que nunca mandamos.

Las coplas son muy diversas
aunque siempre tienen humor
así hablen de las tristezas
exageradas  con candor;

Las hay de amor y burlescas
políticas y sexuales
casi todas picarescas
hasta las más raciales.

Ellas son fotografía
de la vida campesina
muestran la filosofía
del hombre que se empesina.

La verdad estoy cansada
es mejor, me toca acabar
lo que hago ya no es nada
y no te quiero mamar.

París, 2 de enero de 2013
Un abrazo,
Carolina


Carlos contesta a Carolina

Hoy recibí tu correo
de poesía cristalina;
¡por dios, que casi me meo
de la emoción tan divina!

Al fin no viajé a París
a verme con Vladimir;
cierto es que estuve en un tris
pero al fin... no pude ir.

Estuve con una dama
de muy buena condición
nos caímos de la cama...
pusimos mucho jabón.

Pero cenamos lasaña,
vino y queso Camembé
aunque el queso, cosa extraña
olía a patas de Pelé.

No veo por qué te quejas
que sean tapias tus oídos:
en estos tiempos jodidos
los muros tienen orejas.

Y no hablaré de tus males,
tu curación llegará:
emplastos medicinales,
mil conjuros... y ya está.

Las coplas que me has mandao
picarescas y sexuales
las probaré, muy textuales
hasta quedar extenuao.

Dile a tu amado Moñino
que de ahora en adelante
seguiré, con fe constante
sus consejos sobre vino.

Y sin más, por la presente,
te deseo lo mejor
y quedo, siempre ferviente,
tu amigo y admirador.

Carlos, 2 de enero, 2013.
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FOTOGRAFÍAS


Gracias para Yves Moñino!



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NTC ... ENLACES


7 de noviembre de 2014





La carátula de su Facebbok a Noviembre 7, 2014, 6:00 hora de Colombia 

Última entrada: Octubre 30, 2014, 23:24 
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MENSAJES  RECIBIDOS
 De: Gustavo Páez Escobar, http://www.gustavopaezescobar.com/site/
Fecha: 22 de diciembre de 2014, 17:02

Asunto: La muerte de Carlos Vidales

Para: NTC ntcboletin@gmail.com, NTC ntc.poesia@gmail.com


Amigos de NTC:

Por su boletín de la fecha me entero, con profunda sorpresa y conmoción, de la muerte en Estocolmo, el pasado 6 de noviembre, del poeta y catedrático Carlos Vidales, hijo de Luis Vidales. Nadie me había informado esta infausta noticia. Desde que él se exilió en aquella ciudad,hace largos años, nunca más regresó a Colombia. Yo lo conocí a través de su poesía, del conocimiento de su vida y de diversos ensayos y entrevistas sobre su obra. El 20 de este mes se le rindió un gran homenaje en París.
En enero de 2012, cuando publiqué el artículo Las cenizas de Calarcá, y otras cenizastuvimos un cruce epistolar acerca de lo que traté en este escrito: el intento de mover las cenizas de su padre Luis Vidales dentro de la Casa de Cultura de Calarcá (a donde fueron llevadas por el también poeta Javier Huérfano, cuyos despojos, a su vez, están sepultados al lado de su maestro) para instalar otras cenizas y darles mayor preeminencia dentro de la edificación: las de Lucelly García de Montoya, exparlamentaria, exgobernadora del Quindío y fundadora de dicho centro cultural. Tal hecho movió a Carlos Vidales a escribir este enérgico comentario:
 “Lo que me impresiona no es que quiten esos restos de ahí o que los pongan en un sitio de menor cuantía: no es la calidad del sitio lo que honra o deshonra unos restos mortales, son los restos mortales los que honran o deshonran, según el caso, los sitios donde reposan. Creo que los honores póstumos no enaltecen al muerto, sino engordan al vivo que los organiza y promueve. Si se nos diera el privilegio de opinar al respecto, preferiríamos que sus cenizas se confundieran con la tierra calarqueña en lugar de estar prisioneras en una urna. Y, desde luego, no nos gustaría que se las utilizara para librar disputas por sitios de honor con las cenizas de otros muertos”. 
 Mi último cruce epistolar con Carlos Vidales ocurrió el 24 de octubre pasado, es decir, 12 días antes de su muerte. Su salud estaba debilitada.  Como homenaje a su memoria, transcribo ambas misivas que se refieren a un importante aspecto literario de su padre:
 (A Carlos Vidales): Excelente entrevista. Hay algo que quisiera aclarar, y es lo relacionado con Luis Vidales como cuentista. Dices sobre este aspecto: ‘Entre los papeles de mi padre hay muchos cuentos breves o fragmentos de ellos, y él siempre decía que le habría gustado publicarlos en un pequeño volumen, aunque casi todos vieron la luz en periódicos de Bogotá o de provincias en la década de 1920’.
 “Por mi parte, en conferencia en la Universidad del Quindío, que titulé El cuento en el Quindío (21-VI-1985), dije lo siguiente: ‘Vidales, cuentista extraviado. Pocos saben que Luis Vidales, que ya conquistó los laureles de la poesía, incursionó en sus mocedades por los senderos del cuento. Ignoro si de aquella distracción de su destino lírico quedaron rastros mayores, pero con Tragedia en un rostro, estupendo cuento sicológico que escribió en 1925, queda absuelto de su aventura. Se dice que todos hemos pecado alguna vez en poesía, y con Vidales sucede lo contrario: él pecó en cuento. Y lo hizo muy bien’.
 “Cuando hace 29 años investigué la historia del cuento quindiano para elaborar mi conferencia, no logré hallar de Luis Vidales sino el título que cito: Tragedia en un rostro. Esto querría decir que el resto de su producción cuentística ha quedado olvidado en periódicos de la década de 1920. O yo no he logrado encontrarlo en libros. AbrazosGustavo Páez Escobar”.
* * *
(De Carlos Vidales):  “Efectivamente, los cuentos breves de mi padre (algunos) se publicaron en periódicos de provincia durante las décadas de 1920 y 1930. Como he recordado en otras oportunidades, el apartamento de mi padre fue literalmente saqueado por "amigos" y "camaradas" que lo visitaban para robarle durante los últimos meses de su vida. Lo que quedó de eso son pedazos de cuentos, descabezados o mutilados de sus párrafos finales. Continúo tratando de reconstruir algunos de ellos, tarea casi imposible o imposible del todo. Dicen por ahí que soy "mezquino" porque hablo de estas cosas, pero no queda más remedio que recordarlas.
 “El cuento Tragedia de un rostro lo publiqué hace años en La Rana Dorada: http://hem.bredband.net/rivvid/lvidales/lv_tragedia.htm 
 “Por otra parte, en alguna de las muchas entrevistas que le hicieron a mi padre, él confesó que su primera vocación fue la de cuentista y narrador en prosa, pero que pronto derivó hacia la poesía de vanguardia y el minicuento (prosa poética, poema en prosa, etc.) porque sintió que su vena narrativa no era la que le daba plena satisfacción.
 “A medida que pasan los días y mi salud y mi vista decaen, se fortalece mi idea de ir ampliando la entrevista que me hicieron Fredy y Andrea, armando varias entrevistas más para conformar finalmente un libro con ellas. No tanto para armar el rompecabezas de mi vida sino para iluminar aspectos y rincones de la vida de mi padre, tan rica en enseñanzas. Tal vez hagamos eso. Saludos, Carlos Vidales”.
 * * *
 Saludos,  Gustavo Páez Escobar


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En su 2a. etapa, provisional, publican y difunden 
NTC … Nos Topamos Con 


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