domingo, 22 de junio de 2014

Thomas Piketty, Le capital au XXIe siècle, Le Seuil, 2013, 970 pp. /// Thomas Piketty, Capital in the Twenty-First Century, 2014.

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Thomas Piketty, Le capital au XXIe siècle, 
Le Seuil, 2013, 970 pp. 

Thomas Piketty, Capital in the Twenty-First Century, 2014.


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Thomas Piketty, Le capital au XXIe siècle, Le Seuil, 2013, 970 pp.
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Thomas Piketty, su web:
piketty
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El valor del libro de Piketty, aseguran sus colegas economistas, está en que sus conclusiones se basan en el análisis ingente de datos y estadísticas recopiladas de los últimos dos siglos sobre la distribución de la renta y la riqueza, un trabajo colectivo que recaba información de casi 30 países. Pero, a diferencia de otros académicos, Piketty propone una lectura "histórica" y no exclusivamente "económica"de estos datos, lo que le lleva a citar a Balzac o a Jane Austen y sus épocas para ilustrar sus proposiciones, alejándose así de los modelos matemáticos que han encorsetado el discurso de los economistas en los últimos tiempos. 

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  • Cómo un tocho de 970 páginas sobre la desigualdad se ha convertido en un éxito mundial
  • Su autor pide correctivos para que los ricos no sean cada vez más ricos
  • Thomas Piketty, el economista francés que influye a Obama
  • ¿Es el Marx del siglo XXI?
  • A sus 22 años escribió 'Ensayo sobre la redistribución de la riqueza', su tesis doctoral
    Piketty, el fenómeno
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VIDEO (Abril 23, 2014)

The French economist Thomas Piketty (Paris School of Economics) discussed his new book, Capital in the Twenty-First Century at the Graduate Center ( City University of New York, CUNY). In this landmark work, Piketty argues that the main driver of inequality—the tendency of returns on capital to exceed the rate of economic growth—threatens to generate extreme inequalities that stir discontent and undermine democratic values. He calls for political action and policy intervention. Joseph Stiglitz (Columbia University), Paul Krugman(Princeton University), and Steven Durlauf (University of Wisconsin--Madison) participated in a panel moderated by LIS Senior Scholar Branko Milanovic. The event was introduced by LIS Director Janet Gornick, professor of political science and sociology at the Graduate Center.

https://www.youtube.com/watch?v=heOVJM2JZxI#t=477
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SEMANA, CULTURA | 2015/01/03 22:00


El capitalismo

por LUIS FERNANDO AFANADOR

Una ambiciosa y detallada radiografía del sistema capitalista y de las desigualdades que produce.
  • Thomas Piketty es profesor en la École d' Économie de París.
 Thomas Piketty es profesor en la École d' Économie de París.
Thomas Piketty
El capital en el siglo XXI
Fondo de cultura, 2014
663 páginas
El capitalismo


Thomas Piketty  * no es Carlos Marx pero hay mucho en común entre ellos. A los dos los obsesiona la desigualdad del sistema capitalista. Marx la estudió a fondo en su obra El capital, y Piketty en El capital en el siglo XXI ha profundizado con una perspectiva histórica más amplia: desde la Revolución francesa hasta nuestros días. Ha podido ver más. Y ha podido ver, sobre todo, que el capitalismo ha sobrevivido a sus crisis de una manera que Marx nunca se hubiera imaginado. Sin embargo, la desigualdad se ha mantenido y, en los últimos años, se ha incrementado a unos niveles escandalosos. Marx, pensando una manera de romper esa cadena infernal, idealizó al proletariado —el eslabón más débil del proceso— como el sujeto histórico encargado de acometer esa empresa. Ya sabemos de qué manera triste terminó esa utopía. Piketty no pretende acabar el capitalismo, le parece un sistema eficiente para crear riqueza aunque incapaz de superar las desigualdades que engendra. Su postulado, para decirlo en sus propias palabras, se resume en esta frase: “Salvemos el capitalismo de manos de los capitalistas”.

La tesis que expone Piketty en su libro —sustentada por una sólida investigación en los principales países desarrollados— es clara y sencilla: en 200 años el rendimiento del capital se ha mantenido alrededor del 5 por ciento mientras que la tasa de crecimiento solamente entre el 1 y el 1,5 por ciento (con la excepción de las tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando el crecimiento estuvo entre el 3 y el 5 por ciento). Es decir, la riqueza privada ha sido siempre superior a la riqueza de los países, los patrimonios han aumentado siempre más que la producción y los salarios.  “La desigualdad implica que la recapitalización de los patrimonios procedentes del pasado será más rápida que el ritmo de crecimiento de la producción y los salarios. Esta desigualdad expresa una contradicción lógica fundamental. El empresario tiende a transformarse necesariamente en rentista y a dominar cada vez más a quienes solo tienen su trabajo. Una vez constituido, el capital se reproduce solo, más rápidamente de lo que crece la producción. El pasado devora al porvenir”.

El patrimonio del 10 por ciento más rico de la población crece exponencialmente y el del 1 por ciento de esos ricos crece ‘estratosféricamente’. Piketty prevé que en elsiglo XXI esa brecha será la norma, como lo ha sido siempre en la historia: como lo fue en el siglo XIX y en vísperas de la Primera Guerra Mundial. En el siglo XX las guerras fueron las que hicieron tabla rasa del pasado, “reduciendo fuertemente el rendimiento del capital y dando la impresión de que se había superado estructuralmente el capitalismo y su contradicción fundamental”.

No ocurrió el apocalipsis pronosticado por Marx; tampoco se cumplió el cuento de hadas de Kuznets, quien dijo que a medida que el desarrollo económico avanzara, se reducirían las desigualdades. Esto último fue tan solo una excepción histórica, que se dio entre 1950 y 1970.  ¿Cómo cerrar entonces esa brecha? La respuesta de Piketty, que a algunos les parece sensata y a otros una utopía, es la siguiente: “La solución correcta es un impuesto progresivo anual sobre el capital: así sería posible evitar la interminable espiral de la desigualdad y preservar las fuerzas de la competencia y los incentivos para que no deje de haber acumulaciones originarias”. Una solución que exigiría —así lo reconoce el propio Piketty— un alto grado de cooperación internacional e integración política regional.

Sea viable o no la solución que propone, no hay duda de que su libro ha puesto el dedo en la llaga. De ahí la gran resonancia que ha tenido no solo en la academia —trasciende la economía y abre un diálogo con otras disciplinas— sino entre los políticos y los líderes de opinión. Gracias a este economista de 43 años, el fantasma de la igualdad recorre de nuevo el mundo y levanta a los demócratas del mundo de la lona mental y la desesperanza en la que se encontraban. El libro de la década y, ojalá, del siglo XXI
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Fragmentos. Algunas citas a la LITERATURA

... Desde luego, cometeríamos un error al subestimar la importancia de los conocimientos intuitivos que desarrolla cada persona acerca de los ingresos y de la riqueza de su época, en ausencia de todo marco teórico y de toda estadística representativa. Veremos,  por ejemplo, que el cine y la literatura — en particular la novela del siglo xix —, rebosan de informaciones sumamente precisas acerca de los niveles de vida y fortuna de los diferentes grupos sociales, y sobre todo acerca de la estructura profunda de las desigualdades, sus justificaciones, y sus implicaciones en la vida de cada uno. Las novelas de Jane Austen y  de Balzac, en particular, presentan cuadros pasmosos de la distribución de la riqueza en el Reino Unido  y en Francia en los años de 1790 a 1830. Los dos novelistas poseían un conocimiento íntimo de la jerarquía de la riqueza en sus respectivas sociedades;  comprendían sus fronteras secretas, conocían sus implacables consecuencias en la vida de esos hombres y mujeres, incluyendo sus estrategias maritales, sus esperanzas y sus desgracias; desarrollaron sus implicaciones con una veracidad y un poder evocador que no lograría igualar ninguna estadística, ningún análisis erudito. ... 
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MARX: EL PRINCIPIO DE ACUMULACIÓN INFINITA

Cuando Marx publicó en 1867 el primer tomo de El  capital, es decir exactamente medio siglo después de  la publicación de los Principios de Ricardo, había ocurrido una profunda evolución de la realidad económica y social: ya no se trataba de saber si la agricultura podría alimentar a una población creciente o si el precio de la tierra aumentaría hasta las nubes, sino más bien de comprender la dinámica de un capitalismo en pleno desarrollo.  

El suceso más destacado de la época era la miseria del proletariado industrial. A pesar del desarrollo — o tal vez en parte debido a él — y del enorme éxodo rural que había empezado a provocar el incremento de la población y de la productividad agrícola, los obreros se apiñaban en cuchitriles. Las jornadas de trabajo eran largas, con sueldos muy bajos. Se desarrollaba una nueva miseria urbana, más visible, más chocante, y en ciertos aspectos aún más extrema que la miseria rural del Antiguo RégimenGerminal, Oliver Twist o  Los miserables no nacieron de la imaginación de los novelistas, ni así lo hicieron las leyes que en 1841 prohibieron el trabajo de niños menores de ocho años en las manufacturas en Francia, o el de los menores de 10 años en las minas del Reino Unido en 1842. El Cuadro del estado físico y moral de los obreros empleados en las manufacturas, publicado en Francia en 1840 por el Dr. Villermé y que inspiró la tímida legislación de 1841, describía la misma realidad sórdida que La situación de la clase obrera en Inglaterra, publicado por Engels en 1845.3
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NTC ... registró algunos artículos y textos sobre el libro y sobre Piketty en: NTC ... No. 381 , http://ntcblog.blogspot.com/2015_01_04_archive.html , ENERO 1 al 1o, 2015 . Allí  otros temas y asuntos

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'El capital en el siglo XX', según Bill Gates

El hombre más rico del mundo escribe una reseña del exitoso libro del economista Thomas Piketty.

Por:  BILL GATES  
Gates gestiona un imperio de 80.900 millones de dólares. Su fundación, Bill & Melinda Gates, ha donado más de 30.000 millones de dólares desde el 2000.



EL TIEMPO  11:18 p.m. | 10 de enero de 2015 . Impreso Enero 11. 

Un tratado de 700 páginas sobre economía traducido del francés no es exactamente una lectura ligera –incluso para alguien con un alto cociente ‘geek’ reconocido–. Pero me sentí obligado a leer El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty después de ver varias reseñas y de oír a amigos hablar de él.

Me alegro de haberlo hecho. Les animo a leerlo también, o al menos un buen resumen, como el de The Economist. Piketty fue bastante agradable y accedió a hablar conmigo sobre su trabajo en una llamada de Skype. Como le dije, estoy de acuerdo con sus conclusiones más importantes, y espero que su trabajo atraiga a más personas inteligentes al estudio de la riqueza y la desigualdad de ingresos –porque cuanto más entendamos acerca de las causas y soluciones, mejor–. También le dije que tengo preocupaciones sobre algunos elementos de su análisis, que comparto a continuación.


* Este artículo apareció originalmente en el blog de Bill Gateswww.gatesnotes.com

WEALTH AND CAPITAL
Why Inequality Matters
BY BILL GATES  ON OCTOBER 13, 2014




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FIVE GREAT READS

The Best Books I Read in 2014

BY BILL GATES  ON DECEMBER 8, 2014

I didn’t really plan it this way. But as I look at the list of the best books I read this year, I see how a number of them touch on economics and business. That’s fitting, in a year when Thomas Piketty’s Capital in the Twenty-First Century put a big spotlight on inequality. In addition, with the Asian economies so much in the news, I wanted to read How Asia Works, which promised to explain why some of the continent’s countries grew so fast while others languished. And I got to brush up on an old favorite, the best business book I’ve ever read.

Here are short reviews of those three, plus two other terrific books I read this year. Not all of these came out in 2014—sometimes I fall behind and don’t get to a book until well after it’s been published. Other times I’m able to get ahead of the game: The Rosie Effect won’t be published in the United States until December 31, but the author was nice enough to send Melinda and me advance copies before he stopped by the office in September.
I’d encourage you to take a look at any of these that sound interesting. And feel free to share your favorites from 2014 in the comments section below.
Business Adventures, by John Brooks. Shortly after we met, Warren Buffett loaned me this collection ofNew Yorker business articles from the 1950s and 1960s. I loved them as much as he did. Brooks’s insights about business have aged beautifully, and they are as true today as ever. I still go back to this book from time to time, and this year I had a chance to re-read the chapter on Xerox (which you candownload free). Business Adventures is a neglected classic, and it’s still my favorite business book ever.
Capital in the Twenty-First Century, by Thomas Piketty. Capital sparked a fantastic global discussion this year about inequality. Piketty kindly spent an hour discussing his work with me before I finished my review. As I told him, although I have concerns about some of his secondary points and policy prescriptions, I agree with his most important conclusions: inequality is a growing problem and that governments should play a role in reducing it. I admire his work and hope it draws in more smart people to study the causes of, and cures for, inequality.
How Asia Works, by Joe Studwell. Studwell produces compelling answers to two of the greatest questions in development economics: How did countries like Japan, Taiwan, South Korea, and China achieve sustained, high growth? And why have so few other countries managed to do so? His answers come in the form of a simple—and yet hard to execute—formula: (1) create conditions for small farmers to thrive, (2) use the proceeds from agricultural surpluses to build a manufacturing base focused on exports, and (3) nurture both these sectors with financial institutions closely controlled by the government. The agriculture section of the book was particularly insightful. It provided ample food for thought for me as well as the whole Agriculture team at our foundation. And it left us thinking about whether parts of the Asian model can apply in Africa.
The Rosie Effect, by Graeme Simsion. The hilarious follow-up to The Rosie Project, one of the best novels I’ve read in ages. There’s no sophomore slump here. Simsion brings back some of the best characters and gags from the first novel while also bringing in enough new elements to keep it fresh. It’s a funny novel that also made me think about relationships: what makes them work and how we have to keep investing time and energy to make them better. A sweet, entertaining, and thought-provoking book.
Making the Modern World: Materials and Dematerialization, by Vaclav Smil. One of Smil’s books makes my list of favorites pretty much every year. This time it’s his look at the world’s use of materials, from silicon to wood to plastic and cement. If anyone tries to tell you we’re using fewer materials, send him this book. With his usual skepticism and his love of data, Smil shows how our ability to make things with less material—say, soda cans that need less aluminum—makes them cheaper, which actually encourages more production. We’re using more stuff than ever. 
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