viernes, 29 de noviembre de 2019

CRISIS DE UN MODELO CRUEL. Por Fernando Cruz Kronfly. Monte de los Capuchinos, 29 nov. 2019. 10:49.

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CRISIS DE UN MODELO CRUEL
Por Fernando Cruz Kronfly ( 1 )

Monte de los Capuchinos, 29 nov. 2019. 10:49

Más allá de la crisis de un gobierno, propongo que estamos ante la crisis de un modelo político y económico socialmente cruel que el actual presidente, su equipo y los gremios económicos intentan profundizar, en la misma dirección de lo que gobiernos anteriores ya lograron. Dicho modelo es el neoliberalismo. Sin embargo:

Latinoamérica y otras áreas del mundo ya empezaron hace rato o comienzan apenas ahora a sentir la crueldad y a resistir los efectos del modelo. Resistencia que ocurre en medio de un contexto que no dudo al juzgar sombrío y confuso. Asistimos desde hace décadas al derrumbe de las utopías políticas revolucionarias decimonónicas y al consecuencial advenimiento histórico de este sujeto hipermoderno contemporáneo, atrapado en el ideal consumista, hedonista, anclado en un presente eterno, narciso, desideologizado, líquido y apolítico. Ya de esta caracterización del hombre de nuestros días se han ocupado ensayistas de la más elevada solvencia analítica.

Más adecuado sujeto humano no pudo haber producido el modelo. Ideal para el logro de sus fines. No es exagerado decir entonces que el modelo neoliberal no se reduce sólo a lo económico y político, sino que opera además como una aplastante e intencional máquina encaminada a producir subjetividad a su medida. Dichosa en el intenso goce de la vida, absorta en la contemplación del cuerpo convertido en templo de todos los cultos imaginables y, por lo tanto, maniatado para confrontar de manera radical el modelo que lo des-regula moralmente, lo libera, le proporciona sensaciones al límite y lo hace sentir tan feliz.

Lo que entonces en términos generales puede esperarse de este nuevo sujeto hipermoderno es que se indigne ante la exclusión, el sufrimiento o el maltrato que el modelo le causa y, por ende, que resista y se manifieste inconforme y deseoso de ser mejor tratado y llamado a manteles. En consecuencia, lo que está en crisis no es el sistema mismo sino la forma, profundidad y manera como éste excluye y margina a “la gente”.

Desde este punto de vista, el capitalismo neoliberal contemporáneo y el sujeto hipermoderno son  almas gemelas que se confunden en una tensa masa de forcejeos y contradicciones menores, en un campo cultural de deseos abiertos y desregulados, goce intenso de la vida, tiempo convertido en momentos y sensaciones fuertes y consumo constante que facilita la dicha y el goce.

Es evidente que el actual gobierno, a través de su denominado “paquetazo in péctore”, es decir oculto entre la manga de otros abrigos y los párpados de otros rostros, ventila públicamente la necesidad de ir hasta el fondo en la implantación del modelo neoliberal. Y lo hace por boca de los gremios económicos como quien quiere y no quiere mostrar las verdaderas cartas. Todo esto en la dirección de fortalecer los fondos privados de pensiones, convirtiendo incluso a Colpensiones en fondo privado, como ya algunos lo están diciendo; en la dirección de una “necesaria y conveniente” reforma laboral, legitimada mediante el argumento de crear empleo así sea precario; en la dirección de la privatización de la educación superior y, finalmente, en la dirección de una reforma tributaria con “iva” flotando hasta en la cebolla que arropa el arroz de los miserables. Mientras, por otro lado, consagra beneficios tributarios al sector empresarial calculados en nueve billones de pesos, dizque para incentivar la creación de empleo. La profundización del modelo neoliberal necesita máscaras de legitimidad.    

El derrumbe de las utopías sociales y políticas decimonónicas, basadas en miradas de futuro de relativo largo plazo y fundadas en espesas paciencias populares retenidas, aplazamiento del sufrimiento y esperas propias de las ilusiones fincadas en la esperanza de un “luminoso” porvenir, se ha cumplido. Este derrumbe, digo, se ha cumplido.

Muy poco o casi nada de aquellas utopías, configurantes de un sujeto histórico colectivo, habita hoy el imaginario popular. Como bien sugiere Chul Han, en el enjambre social digital de las redes tenemos hoy multitudes y no masas. Todo lo cual deriva en el actual ser humano instalado en lo que George Steiner denominó “frenesí del instante”, anclado en un presente eterno que le pide o exige a los gobiernos, con todo derecho, mejores condiciones para un digno y más feliz vivir. Esto termina haciendo masa legítima con el reclamo ecológico ambientalista y la transparencia ética. Sobre todo esta última, para que los dineros públicos no se dispersen en saqueos y apropiaciones privadas criminales que terminen afectando los presupuestos que deben destinarse a lograr una mejor forma de vida común.

En nuestro país se ha producido, en este orden de ideas, un levantamiento popular que no se propone la derrota del “sistema” sino impedir que se profundice la crueldad del modelo neoliberal que este gobierno, su equipo y los gremios privados pretenden llevar al límite. Modelo tantas veces asociado no sólo a la descarada corrupción en el festín de los contratos de obras públicas y privadas, sino a la inhumana crueldad inherente a él. Y que, para ser justos, viene entre nosotros caminando desde años atrás y que se apoderó de casi todas las economías del planeta, atrapadas en las lógicas voraces de los organismos mundiales de financiación.

Este conjunto de cosas ha llevado a que tengamos hoy un mundo sin aire respirable, sin agua potable, con formas de neo-esclavitud en el trabajo en los países que se muestran más “competitivos” en los mercados sin fronteras. Un mundo de océanos convertidos en basureros, en el que los seres humanos se auto-exprimen en el trabajo, atrapados hasta los huesos en discursos de autoayuda que conducen al cumplimiento de metas e indicadores inalcanzables. Un mundo de seres humanos manipulados como nunca antes, en el cual media humanidad come basura “en el nombre del desarrollo” y la prosperidad económica que se aplaude a sí misma en  “en el nombre” de los indicadores positivos de crecimiento.

En el modelo neoliberal y en los países “en vías de desarrollo”, el crecimiento económico no se refleja en inclusión social ni en mejoramiento de las condiciones materiales y espirituales de vida. En los modelos social demócratas realmente existentes, en cambio, el crecimiento económico se ha reflejado en bienestar e inclusión social. El tema de los modelos introduce un debate que se podría revivir.      

Al escuchar la naturaleza y el alcance de los reclamos expresados por los manifestantes colombianos “inconformes” a lo largo de calles, parques y avenidas, así como al presenciar en imágenes las expresiones de resentimiento y rabia destructiva vertidas en la oscuridad subyacente de la pulsión inconsciente de muerte y destructividad, concluyo que es plausible interpretar el momento que vivimos alrededor de las anteriores hipótesis. La copa de la indignación social se ha derramado, pero quienes la arrastran por las calles entre gritos, canciones, danzas,  ya no tienen utopías políticas ni sociales que guíen sus pasos para imaginar el futuro, porque el futuro es hoy una dimensión del tiempo que se desacreditó. La vida es para vivirla ya y ahora mismo. Y se vive la vida si se goza. Pero la copa de la paciencia se rebosó y hay indignación y mucha rabia. Hemos quedado des-utopizados, es cierto, al  menos en el sentido de los viejos relatos y utopías convencionales. Muy pocas de las promesas modernas fueron cumplidas. Hay en el ambiente un inmenso déficit y una deuda social impagable. Por esto mismo, a pesar de la caída de las utopías hoy nos mueven dolores comunes, derechos y deseos no resueltos, sufrimientos e intereses no menos importantes que las viejas utopías aunque incapaces de guiar la acción humana en contra del “sistema” con el fin de destruirlo y fundar un “mundo nuevo en poder de un hombre nuevo”. Esto se acabó.

Se trata ahora de morigerar el modelo, de impedir que se profundice en su crueldad, de resistir. Por lo tanto, ha llegado la hora del pulso y la negociación entre las fuerzas sociales, por una parte, y por la otra el gobierno, su equipo y los gremios económicos, comprometidos con llevar hasta el fondo el modelo neoliberal en que están encandilados, si es que acaso dicho modelo tiene fondo. Y lo digo así, por cuanto la inhumanidad y la crueldad en la historia parecen no haber tenido fondo.

Es claro que el modelo neoliberal se retuerce aquí y allá, y que contra sus abusos y miserias se levantan fuerzas sociales que resisten. Esto es lo que vemos en calles y avenidas. Y es en esto que por ahora consiste su crisis.    

En el caso colombiano (Argentina, Chile y México son asunto diferente según ciertas especificidades) ocurre algo muy particular: el modelo neoliberal tiene enfrente una Constitución Política garantista acordada en 1991, derivada de una negociación social. Este es un punto esencial para el análisis de la crisis que vivimos, pues mientras por un lado el gobierno, su equipo y los gremios económicos pretenden profundizar el modelo, de todo lo cual “se escuchan ruidos” en los naipes que se juegan por debajo de la mesas, los variopintos sufrientes del modelo montan protesta de resistencia preventiva.

La Constitución Política de 1991 ampara no sólo el derecho a la movilización pacífica, sino los denominados derechos fundamentales sociales y laborales constitucionales. Desde este punto de vista, se entiende por qué  razón sectores de la extrema derecha política nacional encuentran en la actual Constitución un estorbo en el camino de profundizar el modelo neoliberal. Motivo por el cual resulta preocupante que en medio de la crisis, la confusión coyuntural y el legítimo malestar, no falten quiénes desde el centro e incluso desde las izquierdas democráticas propongan, con cierta inocencia política, una nueva Asamblea Nacional Constituyente. Y todo esto sin que se haya agotado y vuelto realidad lo que en términos de garantías sociales e individuales la constitución de 1991 consagró.  Entre esto, el derecho a la movilización misma.

Lo que debemos preguntarnos, entonces, finalmente, es hasta dónde el gobierno, su equipo y los gremios económicos, están dispuestos a echar pie atrás en la profundización del modelo neoliberal. Se trata de un pulso social, de una negociación encaminada a detener, hasta donde se pueda, la crueldad del modelo.  
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*  http://ntc-documentos.blogspot.com/2013_12_21_archive.html

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jueves, 14 de noviembre de 2019

El último viaje de Bolívar, 1830. 8 de mayo 1830: Bogotá - 17 de diciembre 1830, Quinta de San Pedro Alejandrino (Santa Marta).

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El último viaje de Bolívar1830
Mapa esquemático


8 de mayo de 1830: 
Sale de Bogotá hacia su destino final
... ...

17 de diciembre de 1830: 
muere en la Quinta de San Pedro Alejandrino,
 rodeado de muy pocos amigos

Tomado del libro
 “El general en su laberinto”, de Gabriel García Márquez

Editorial La Oveja Negra Ltda. Primera edición, Marzo 6 d 1989 
Bogotá, Colombia. 285 páginas. Pág. 285 (la última)

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Sobre el último viaje 

La ceniza del Libertador, de Fernando Cruz Kronfly
Primera edición, 1987 
El libro completo (digital-virtual), edición 2008

OTRO FORMATO, Google libros 
No se incluyen algunos capítulos

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 “El general en su laberinto”, de Gabriel García Márquez
Primera edición, Marzo 6 de 1989 
El libro completo (digital-virtual)
http://www.educando.edu.do/files/8914/0932/5229/Garcia_Marquez_Gabriel_-_El_general_en_su_laberinto.pdf
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"En busca de Bolívar", de William Ospina
Primera edición, Agosto 2010
El libro completo (digital-virtual)

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"Bolívar. El destino en la sombra", de Víctor Paz Otero
2006,   Villegas Editores,  224 páginas,   16 x 23 cms.
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 "Bolívar. Delirio y epopeya", de Víctor Paz Otero,
2008, Villegas Editores,   656 páginas,   16.5 x 23 cms.
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SUCRE, MANUELA, 
EL RÍO y EL FIN DEL CAMINO
en

El magnicidio de Sucre
Juicio de Responsabilidad Penal
Armando Barona Mesa.


Cali, Colombia, 2006

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En concordancia con lo que
venimos sugiriendo, 
ver NTC ... AGENDA* más adelante,
pertinentes, propicios y enriquecedores
los temas tratados en este libro
sobre 
SUCRE, MANUELA, 
EL RÍO y EL FIN DEL CAMINO
Páginas 12 a 60 (de 260)
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EL LIBRO COMPLETO
en la 
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (Madrid)

Edición digital-virtual
http://www.cervantesvirtual.com/obra/el-magnicidio-de-sucre-juicio-de-responsabilidad-penal--0/

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CONMEMORACIÓN

Aniversario 189 de la muerte de El Libertador Simón Bolívar

En la Quinta de San Pedro Alejandrino

La Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo y La Sociedad Patriótica Bolivariana de Santa Marta,
 tienen el gusto de invitarlo a la conmemoración del 
Aniversario 189 de la muerte de El Libertador Simón Bolívar.

CONVERSATORIO
‘El otro Bolívar’ a cargo del historiador Alberto Abello Moreno.

CONCIERTO
Orquesta de Cámara de CAJAMAG bajo la dirección del Maestro Massimiliano Agelao.

Fecha: Martes 17 de diciembre 2019.
Hora: 6:00 p.m.
Lugar: Quinta de San Pedro Alejandrino,
Santa Marta, Colombia.
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Grabado del traslado de los restos de Simón Bolívar desde Santa Marta, Colombia, hasta Caracas. 
Fecha 1842

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Aniversario de un parricidio.
Bolívar murió temiendo que estas naciones suyas volvieran a la barbarie en una involución espantosa.
Por: Eduardo Escobar.  
EL TIEMPO, 16 (.com) y 17 de diciembre 2019. /
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/eduardo-escobar/aniversario-de-un-parricidio-columna-de-eduardo-escobar-444306

Hoy 17 de diciembre se conmemora un aniversario más de la muerte de Simón Bolívar, o mejor dicho, del parricidio fundador de esta nación levantisca; el del arcaico sacrificio del padre que repite la historia como un patrón. Esta vez, el drama de poder tiene el escenario del Caribe con el fondo de las sierras cuyas auras tranquilizan la respiración del semidiós enfermo; hecho ya pellejos, nada más que los callos en las nalgas del jinete curtido. …
Los demás arman pesebres afuera, hachones, baten rones caseros, embuten voladores, butifarras. Y en la privacidad de una casa en la pequeña ciudad vieja y sucia, una imagen resume una tragedia colectiva fuera del jolgorio: con la dignidad de las de los antiguos cuentos griegos, aguarda alrededor de un catre de hierro, en la austeridad de la habitación con vigas a la vista, la comitiva de unos pocos amigos, que a veces fuman en el patio porque solo tolera los tabacos de su amante. Tenía fino el olfato.
Tampoco soportaba al boticario oloroso a electuarios. Se queja. Su médico quiere saber qué le duele. Dice que es una vieja costumbre no más. Un quejetas. Como mi abuela paterna. La quejadera debe formar parte del carácter de los Ochoa. Pasaba del entusiasmo a la tristeza: un ciclotímico. O lo que llaman un bipolar.
En los delirios del último desánimo se comparó con Jesucristo y con don Quijote en un ataque paranoide. Y pidió una fragata de última hora urgiendo para que condujeran su equipaje a bordo. Convencido de que lo mejor que se podía hacer en América era irse. Y de que nadie lo quería. También era dado a los mimos. Pero el diagnóstico de los morbos de Bolívar ya fue hecho.
Su hermana lo pensaba loco. Lo cierto es que murió temiendo que estas naciones que consideraba suyas volvieran a la barbarie en una involución espantosa. Y que el estado de cosas del subcontinente que ayudó a liberar del dominio de España a veces parece en camino de cumplir el mal presentimiento: sumido en el desorden, incapaz de encontrar una estabilidad relativa, en una embriaguez perpetua de emociones primarias. A su médico francés le aconsejó que se volviera a su país, “por aquí hay muchos canallas”, le dijo.
Hoy se lee la historia como un movimiento de eventos arrastrados por oscuras fuerzas económicas. Y el pueblo es el nuevo protagonista. El pueblo es el tirano de la modernidad. El mismo monarca, pero de muchas cabezas. Pero quizás el pueblo no sea otra cosa que una ilusión conceptual derivada del espíritu bíblico, como tantas otras en la cultura de las que abusan los políticos cuando necesitan halagar la muchedumbre. Y la única gracia de esa cosa anónima e inorgánica que llaman la masa es servir de combustible para que ciertas personalidades excepcionales manifiesten el animal humano en plenitud, y ardan, y hagan el aporte del elemento poético del destino en la marcha ciega de la humanidad hacia su futuro, como sucede desde la novela original de la guerra de Troya. Para Homero, lo popular está representado por Tersites. El más feo de los que fueron con Agamenón. Y el más insolente.
En el período de la constitución de las repúblicas suramericanas destaca la figura del joven millonario inclinado a la buena vida que paró en guerrero romántico, imbuido por las ideas predominantes en su tiempo. Némesis llamaron los griegos a la diosa encargada de castigar los sueños excesivos. Con Bolívar fue dura por atreverse a la gloria, que fue el fantasma de reemplazo de la noción de trascendencia entre los señoritos de su generación. Tras casi doscientos años de su muerte, Bolívar es un enigma. Depositario de ditirambos y vituperios. Algunos inclementes como Marx lo menospreciaron. Otros hicieron encomios superlativos del genio de ese personaje conmovedor puesto a perpetuidad entre la santidad y la bellaquería, usado y abusado por izquierdas y derechas, sometido a un inmemorial desgarramiento, pues todos tiran del pobre despojo. Némesis fue cruel condenándolo al potro por los siglos de los siglos. Y para nada al fin.
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SOBRE 
 “El general en su laberinto”, de Gabriel García Márquez
Primera edición, Marzo 6 de 1989 
Algunos textos sobre el libro, publicados en 1989


RECORTES
Cuatro recortes de prensa que Gabriel Ruiz Arbeláez y María Isabel Casas R. guardaron, pegados al final libro "El general en su laberinto" de Gabriel García Márquez  (Pimera edición, Editorial Oveja Negra, Marzo 6 de 1989), el cual adquirieron a finales de Marzo de 1989 en el Bulevar Niza, en Bogotá.
Hoy (Dic. 17, 2019, Aniversario 189 de la muerte de Bolívar en 1830): Biblioteca de NTC ... N-740.
Los cuatro recortes corresponden a textos publicados en la prensa por los columnistas
 Alvaro Valencia Tovar, Antonio Panesso, Octavio Gaviria y Gloria H (Hurtado) .  
Información y detalles: 
Allí, además, ENLACE para acceder al libro completo en edición digital-virtual. 

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NTC ... ENLACES
Sobre Bolívar y sobre los libros 

NTC … 1 de noviembre de 2019
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NTC … 13 de noviembre de 2019
http://ntc-documentos.blogspot.com/2019_11_13_archive.html

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NTC ... 22 de noviembre de 2019

La cumbre que definió a América
Bolívar y San Martín

Guayaquil, 26 de julio de 1822