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FERNANDO CRUZ KRONFLY. Vida y obra. Homenaje. La ASECUVA organizó e invitó. Dic. 20, 2013 / NTC ... Cubrimiento
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Mi inmensa gratitud
Arar mar adentro es hermoso
Por Fernando Cruz Kronfly
Cali, diciembre 20, 2013
Texto leído en el Homenaje a Fernando Cruz Kronfly el 20 de Diciembre de 2013.
Evento organizado por la Asociación de Estudiantes de Contaduría Pública de la Universidad del Valle -ASECUVA-.
Evento organizado por la Asociación de Estudiantes de Contaduría Pública de la Universidad del Valle -ASECUVA-.
NTC … agradece al autor el aporte del texto y la autorización para publicarlo
No
saben ustedes lo grato que es sentirlos ahí en el silencio que espera. Escucharlos
palpitar ahí, verlos. No alcanzan a imaginar lo que significa para mí este
momento. Verme rodeado de estudiantes lectores en libertad, de amigos lectores
en libertad, de entrañables amigos y amigas simplemente. Sólo por afecto, sólo
por deseos de reunirnos para asistir a un reconocimiento que sospecho
inmerecido. ¿Pero, qué más podría esperar un escritor de parte de sus lectores,
alguien que, como yo, a duras penas se siente un escritor, siempre sumido en el
ensimismamiento de la escritura y la meditación aunque no lo parezca debido a
mi insaciable vitalidad enmascarada?
Pero,
heme aquí entre ustedes sin haberlos convocado, siendo yo mismo el convocado gracias
a la generosidad y el aprecio de estos muchachos ejemplares.
No
es cómodo, no es fácil escribir y pensar desde las orillas de este nuevo tipo
de manada humana “mediática” propia de nuestro tiempo. Máxime, cuando aquello que
se piensa y se escribe pasa de inmediato a convertirse en equipaje de un navío a
contraviento. Un barco sin consuelo que aúlla en la noche del puerto en un
mundo de sordos. A sabiendas de que ni el agotamiento, ni la fatiga, ni el
pesimismo realista, ni la asimilación a ciertas cosas de los tiempos actuales tendrá
cabida en nuestro corazón mientras reste por delante un soplo de vida. La
resistencia y la crítica, muchachos, el desasosiego intelectual y la valentía
son los territorios del auténtico intelectual ahora, aunque lo fueron siempre.
Cuando
me refiero a los intelectuales auténticos, no hablo de los diletantes a la
sombra de los manteles que dejan chorrear migas al piso para poder ser
reconocidos. Los intelectuales auténticos no practican la obsecuencia ni se
dejan cooptar, mucho menos asimilar. No hablo tampoco de los intelectuales y
artistas hipermodernos, acomodados al marketing de la industria de la cultura.
El marketing cultural no consiste en que los productos de la industria cultural
se vendan y se compren en el mercado de los bienes culturales. Comprar y vender
todas las cosas, incluso el alma, siempre fue posible a condición de que
hubiese monedas dando vueltas por ahí. El marketing cultural, insisto, no es
sólo comprar y vender objetos convertidos en mercancía. Lo que define el marketing
cultural es el derrumbe de la calidad estética de los productos culturales.
Este derrumbe se produce mediante la adoración y entrega de los artistas a los
caprichos y veleidades del cliente, a sus gustos mediocres, a su medianía como
rasero por lo bajo, a su no querer pensar, a su liviandad y estilo de vida
“Light”. La obra de arte no es jabón de olor al gusto del cliente, no es media
de seda al capricho de la usuaria, no es cacerola con teflón al gusto de las
amas de casa. La obra de arte es pimienta ardiente que siembra inquietud y
desasosiego en los espíritus. Y que, por esto mismo, siembra la alegría de
leer.
Cuando
el intelectual y el escritor producen su obra para satisfacer el gusto del
consumidor entendido ante todo como cliente, el componente estético y el
componente cognitivo de las artes se viene a pique. Pero los escritores y los
intelectuales que escriben para satisfacer el gusto de la clientela, ven cómo a
cambio de la pérdida de su dignidad se abren ante ellos las casas editoriales y
los salones de la zalamería. El argumento a favor de este tipo de arte y de
cultura empobrecidos son los indicadores de ventas. Indicadores que ocultan la
muerte de la estética y que son el peor
de todos los indicios hoy en día. El arte y la cultura de éxito ahora, no son aquellos
que se expresan en términos estéticos, simbólicos, lingüísticos, cognitivos y
de problematización del mundo, sino aquellos que se expresan en términos cuantitativos
de ventas al por mayor y bullicio mediático de apoyo.
He
oído decir que nos vamos poniendo ponemos realmente viejos cuando empezamos a
lanzar consejos a diestra y siniestra. Sobre todo a los muchachos, cuyo supuesto
descarrío nos preocupa. Y, más viejos aún, cuando empezamos a decir que los
tiempos pasados fueron mejores y a repetir esta simpleza como si nadie
alrededor la hubiese escuchado suficientemente. Si algún día empiezo a disparar
consejos a los jóvenes y a decir que el pasado fue mejor y que vamos hacia el
Apocalipsis moral, les ruego que me avisen a tiempo para correr a encerrarme,
sin que nadie tenga que pasar por el dolor de hacerlo en mi nombre. Todos los
tiempos históricos fueron a la vez mejores y peores. Este mundo es fáustico,
muchachos, y se debate entre el bien y el mal como entre una hamaca de colores donde
la humanidad sueña utopías mientras llora a sus víctimas, toma café en los
velorios y se carcajea y suda de amor en los lechos dichosos. Lechos que en
ocasiones desembocan en deliciosos ríos de sufrimiento. Quien diga que este
mundo es de otro modo, debe ir urgentemente donde un analista o donde el
optómetra.
Pero
no es para resignarse y dejar que las cosas sucedan así nada más, sin rebeldía.
Lo hermoso de la lucha por cambiar este mundo es saber que sí se puede y que al
mismo tiempo no se puede. ¿Quién dijo que arar en el mar no era bello y que lo
llenaba a uno de esperanza y sentido de vivir al menos por unos cuantos días
mientras llega la muerte? Arar mar adentro es hermoso. Pues, de tanto hacerlo, al
final el mar se inclina ante nuestros clamores y trae a la playa la arena con
la que hacemos historia y al mismo tiempo formaciones institucionales y
constructos de valores que van quedando firmes entre la hojarasca que recala en
los espolones, en los acantilados. ¿Quién dijo que jugar y “perder” el tiempo,
desde hace rato convertido en oro, jugar como lo hacen los niños a la luz del
día y a escondidas nosotros, no es sustituir lo real por lo ficcional, en una
de las actividades más hermosas, más “inútiles” pero absolutamente indispensables
para los equilibrios emocionales de la humanidad? Y aquí conecto con el tema de la dignidad y algunos
consejos que no puedo llevarme conmigo a casa esta noche:
Driver,
los tres Alejandros: Rodríguez, Castellanos, Sánchez.
Carolina,
Daniela, Juan Felipe, Katherine, Yisel, Natalia, Sandra. María Victoria, José
Gilberto:
Muchachos,
nunca dejen de arar en el mar, porque al final el mar se conduele y deja sedimentos.
De ese arar sin sosiego en el mar vivió por siempre la humanidad. Jamás dejen
de jugar ni de dedicarse al mundo de lo inútil, porque la literatura es juego y
crea mundos inútiles que no existen pero
que nos redimen y nos arrancan de la oscuridad. Nunca digan que todo pasado fue
mejor, porque el futuro en el que mi generación se comprometió un día, que ya
está entre nosotros y que todos creímos sería infinitamente mejor y más justo e
igualitario, hoy es pura mierda. Pero tampoco caigamos en la resignación
paralizante, mucho menos permitamos la aclimatación mórbida de nuestros
espíritus rebeldes a los tiempos actuales, porque la dignidad humana se expresa
en lucha y resistencia, indignación y utopía. No permitan la reducción de sus
cabezas, traigan los arados que el mar está a la vista. Y, ámense con fervor. Nunca
con amor santo sino con amor apasionado aunque sea turbulento. Se los aconsejo,
es delicioso. Es horrible huir del sufrimiento, hacernos los locos ante él. Gasten
la vida, no la ahorren. Pero gastar la vida es leer, amar, pensar intensamente,
críticamente, encender el corazón hasta que arda, así tengan que conseguir un
nuevo corazón para volver a incendiarlo.
La
dignidad es la libertad, la igualdad, la autonomía de la decisión, el respeto
mutuo, la lucha permanente por la inclusión. Nuestro presidente es ahora, por
la razón y el corazón, el viejo José Mujica, para quien expreso desde aquí
hasta Uruguay nuestra inmensa admiración. La modernidad occidental hizo de
estos valores la utopía del futuro. Esta utopía ya está entre nosotros, vuelta
añicos, pero ahí está todavía. La modernidad occidental aró en el mar, pero al
final el mar se resignó y trajo arena que condensó en instituciones, en
principios y valores que perduran. Todos los días la modernidad occidental se
niega a sí misma, pero sigue ahí entre nosotros y es lo único que tenemos.
Me
llena de encanto, entonces, me conmueve la verdad auténtica de lo que está
sucediendo aquí ahora mismo, así como esa especie de opacidad no mediática ni
institucional que envuelve el momento. De alguna manera, nos hemos reunido hoy
en la clandestinidad hermosa de lo auténtico. No hemos venido maquillados ni
hemos convocado a los medios para que ellos conviertan en realidad
fantasmagórica y volátil lo que ya mismo es inmensa realidad sincera, sin
necesidad de más nada diferente al afecto y la admiración mutuos. Si de este
acontecimiento queda alguna memoria fotográfica o fílmica, bienvenida esa
memoria. Porque la memoria humana es la única trascendencia en la que creo.
Esta memoria será sólo registro de
hechos que existen gracias a nosotros mismos.
No
somos medias de seda ni jabones etiquetados puestos en venta. Somos nosotros,
entre nosotros, hablando de una escritura que ya no es mía sino de ustedes,
porque esa escritura que un día fue mía mientras la iba sufriendo feliz al llenar montones de páginas vírgenes, presa
del desasosiego propio de la “poética” creativa y de la pasión entre las tripas
en procura de la forma literaria y el estilo, ahora ya no es por entero mía. Y,
no lo es, en cuanto hace rato que la publicación de esta obra la expulsó radicalmente
de mí y la puso a moverse por el mundo de los lectores por cuenta propia y por
completo fuera de mi alcance y control.
Fue
con seguridad un poeta –porque, quién más pudo haberlo sido sino un poeta-, quien
alguna vez dijo algo cuya interpretación libre me arrogo con cierto derecho en
cuanto me incumbe. Dijo que la poesía, y en general la buena escritura, era
aquella que lograba reunir las mismas palabras al uso de todos, pero como si hubieran
sido puestas a significar por la primera vez. El poeta y el escritor tenemos por
patria el mismo lenguaje de todos, pero nos comportamos como apátridas de la
lengua convencional. Huimos de esta lengua convencional, para ir al exilio de
la lengua solitaria y única, individual y personal, en busca de las honduras de
la condición humana por su propia naturaleza inefable y huidiza. Imposible de
atrapar, salvo apenas por los bordes que circunscriben lo inasible, en cuanto la
condición humana pertenece a un mundo por fuera de las posibilidades del
lenguaje y sus límites. Condición humana que sin embargo a todo costo debe ser expuesta
y pronunciada, a pesar del fracaso en el intento. En esto consiste la agonía
del creador, cuando se propone ser un auténtico creador: arar en el mar de la
escritura, puesto que de tanto arar algo queda para lamer la arena.
No
sé aún si logré en alguna obra juntar las palabras, de tal modo que hubieran
podido ser siquiera un arañazo de la condición humana. No sé si lo conseguiré
en lo que falta en el tiempo de los trabajos y los días por venir. Pero sé que
debo seguir arando en el mar. La pólvora que mis padres me legaron aún no se ha
humedecido con el vapor gris de este mar, donde día tras día pongo en
movimiento el arado. Siento que restan nuevas escrituras para intentar
conseguir, aunque sea, como un día dijo Gabo, ser mejor amigo de mis amigos. Ya
este cariño adicional sería suficiente.
Les
ruego que se lleven consigo de regreso a casa mi inmensa gratitud. Hasta
pronto.
Santiago
de Cali, diciembre 20 de 2013
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LA INVITACIÓN EN
NTC ... AGENDA 250
http://ntc-agenda.blogspot.com/2013_12_16_archive.html
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LA INVITACIÓN EN
NTC ... AGENDA 250
La Asociación de Estudiantes de Contaduría Pública de la Universidad del Valle -ASECUVA- invita a la comunidad universitaria y general
a participar del homenaje que se realizará en el espacio que se ha denominado “Un Breve Espacio Para El Elogio: Vida Y Obra, Fernando Cruz Kronfly”.
Ver noticia completa en: y en
http://comunicaciones. univalle.edu.co/ InformesPrensa/2013/diciembre/ OC-524-2013.html
http://comunicaciones.
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