lunes, 13 de febrero de 2012

René Descartes, 11 de Febrero 1649, murío "de frío", en Estocolmo. "De omnibus dubitandum". Origen de la duda metódica.Diálogos.

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Publica y difunde: NTC …* Nos Topamos Con
* Se actualiza periódicamente. Febrero 12, 2012

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Viene de  la página 1:


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De: Carlos Vidales 
Fecha: 12 de febrero de 2012 06:15
Asunto: Más Descartes, más duda metódica, más arsénico
Para: NTC ,  Yves MONINO 


Aquí el enlace a una sobria presentación sobre la vida de mi amigo René. Incluye lo esencial del texto médico que ha inspirado las sospechas de envenenamiento con arsénico.

http://www.slideshare.net/arme/descarrene2

Mi comentario: todo es posible, de omnibus dibutandum.

Dada la débil constitución de Descartes (más débil que la constitución colombiana) no es imposible tampoco una extensión de la infección pulmonar a la región abdominal, con las fatales consecuencias de una peritonitis. Es un síntoma muy notable el hecho de que se negó a probar alimentos o bebidas entre el 1 y el 11 de febrero (los últimos diez días de su vida). Lo que, de por sí, es mortal.

Algunas de las versiones más truculentas sobre un posible envenenamiento del filósofo, hablan de que, al repatriar sus restos a Francia, se vio que su rostro estaba totalmente destrozado e irreconocible (¿¿¿!!!???), o que su cráneo había sido robado y que jamás se ha recuperado (¿¿¿!!!???). Estas versiones solamente muestran la paranoia conspirativa de sus autores. En realidad, la cabeza de Descartes fue separada de su cuerpo por un oficial sueco que deseaba conservarla como reliquia. Años más tarde, sus herederos la devolvieron al estado francés y ahora se encuentra expuesta en el Museo del Hombre, en París. Es notable el mal estado de la dentadura, lo que era muy común en la época en que vivió mi amigo René.

Omito otros detalles del asunto porque (de omnibus dubitandum) dudo de todo.

Aplico aquí, con la debida duda, la sentencia cartesiana: "Sin evidencia no hay verdad".

Saludos.



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De: NTC 
Fecha: 12 de febrero de 2012 07:30
Asunto: Arsenical (arsenikón) caso!!!! Fwd: Más Descartes, más duda metódica, más arsénico
Para: Carlos Vidales
CC: Yves MONINO , fabio martinez , Omar Ortiz Forero et al


Interesantísimo todo, Maestro Carlos. Gracias millones y arsenicales!!



Ya todo está, arsénico incluido, en los seguimientos y complementaciones a: 

Venecia congelada ... . Y El Danubio también ... . René Descartes, 11 de Febrero 1649, murío " de frío". "De omnibus dubitandum"

http://ntc-documentos.blogspot.com/2012_02_11_archive.html


Bueno al menos, vemos que ya no tratas tan mal, ni tan categóricamente,  al elegante  historiador e  investigador alemán Eike Pies ( Theaterwissenschaftler, Historiker, Journalist, Schriftsteller, Verleger, Unternehmensberater für Öffentlichkeitsarbeit, Museumsstifter und Vereinsgründer) 
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Habrá que conseguir, de manera urgente,  una copia de su libro Der Mordfall Descartes. Dokumente, Indizien, Beweise . Y buscar si hay traducción al español o un generoso amigo traductor. 

Y qué maravilla que el frío, esta arsenical anécdota (¿?) y la DUDA (cartesiana)   nos hayan dado este magnífico tiro y oportunidad para indagar, recrear, dialogar y difundir (enetecear) que  "su vida y su obra (¿y su muerte?)  nos ha dado tantas cosas esenciales que nuestra mente debe tratar de entender y aprender" ( ¿Qué es lo importante, al fin y al cabo? Que su vida acabó como consecuencia de una oscura intriga, o que su vida y su obra nos ha dado tantas cosas esenciales que nuestra mente debe tratar de entender y aprender? C.V.). Adelante, Maestro! 

Y qué bueno ir sabiendo y navegando las buenas cosas que hay en internet sobre el brillante y posible "arsenicado" ... 

Y por la parte final de http://www.slideshare.net/arme/descarrene2 (pag. 13)  , al menos, ya sabemos dónde está el alma (¿atormentada) de mechudo amigo René : "A la mañana de décimo día su alma regresó a Dios"!!!!! No importa dónde estén o vayan a estar algunas partes de su cuerpo (En el cementerio de Barbosa?) o sus cenizas (memento Luis Vidales ... ¿Van para París?) 

Hay que seguir tras las DUDAS y las pistas ....  "Sin evidencia no hay verdad". Y el caso parece no haber precluído ... (Podríamos darle algún trabajito al pobre ex-juez Garzón, como investigador ...) 

Recuerda: algunos vinos contiene Arsen . Gracias y abrazo, Gabriel , María Isabel  y  NTC …  
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arsenikón
Arsen
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 Message du 12/02/12 15:59
De : "Carlos Vidales" 

 A : "NTC" 
Copie à : "Yves MONINO" , "fabio martinez" , "Omar Ortiz Forero" 
Objet : Re: Arsenical (arsenikón) caso!!!! Fwd: Más Descartes, más duda metódica, más arsénico

Bueno, no es que yo trate tan mal o tan categóricamente al docto e ilustre Herr Pies, no. Lo mío son rezongos de viejo. A los ancianos venerables se nos debe permitir un rezongo de vez en cuando.

Ocurre que vivo en un país protestante cuya cultura tiene fuertes influencias germánicas. En consecuencia, he desarrollado anticuerpos contra ciertas corrientes académicas que continúan, desde los inicios del siglo XVI, la tradición antipapista del luteranismo vulgar. Para esas corrientes, cada vez que un hecho histórico indica la posibilidad de un asesinato, el asesino debe ser "naturalmente" la Iglesia Católica y sus sicarios vaticanos. Alguna vez tuve el gusto de presenciar el acto académico de doctorado de un compatriota, que escribió una buena tesis sobre Calderón de la Barca y sus implicancias con la reina Cristina de Suecia y el cisma protestante. La oponente, una ilustre teóloga luterana, cargó contra mi compatriota del modo más despiadado, acusándolo de ser papista. Como si estuviéramos en el siglo XVI. ¡Y mi compatriota es tan ateo como yo! La discusión en torno a la tesis de mi compatriota se convirtió en una especie de proceso de Kafka o, peor aún, en un proceso del puritanismo calvinista contra un católico papista imaginario.

Por eso, cuando yo veo el menor síntoma de ese síndrome protestante, tan común en el mundo académico germanófilo, me da por rezongar. Pero no hay peligro. Ladro pero no muerdo, y mucho menos en defensa del Papa, y muchísimo menos en defensa del Papa alemán.

De vuelta al tema cartesiano. Sigo el método de Monsieur Poirot, quien a pesar de no ser francés sino belga, sabe resolver asuntos criminales. El primer sospechoso del asesinato de Descartes debe ser algún fanático protestante holandés, porque ahí estaba el punto más agudo del conflicto religioso, teológico y político entre mi amigo René y el protestantismo. Pretender que hubo un asesinato y no considerar al primer sospechoso es un gravísimo error metodológico que delata una parcialidad muy sospechosa. Descartes había tenido que salir precipitadamente de Holanda a causa de las graves amenazas contra su persona y su integridad por parte de los antipapistas.

Irónicamente -y aquí vuelvo a mi tema de los contenidos, las ideas, los conceptos y las perspectivas- mi amigo René había escrito un texto de apariencia católica pero muy subversivo, en el cual defendía la unidad inseparable del cuerpo y el alma. Esto era una herejía teológica, como es evidente, y debemos agradecer que, además, sea el concepto que inaugura la medicina sicosomática. Como yo veo las cosas, de ese huevito nacen dos pollitos: el sicoanálisis, que trata de descubrir las raíces y fuentes de los complejos y traumas estudiando la historia del individuo; y el marxismo, que postula la unidad dinámica e indisoluble entre los procesos mentales y las condiciones materiales de existencia social.

Cuando, en abril de 1865, la niña Jenny sometió a su padre, Carlos Marx, a un interrogatorio escolar, le preguntó, entre otras cosas, cuál era su lema (motto) y el tío barbudo respondió, con su propia letra de cervecero alemán: "De omnibus dubitandum (Descartes)". No hay dudas posibles sobre la poderosa influencia del pensamiento cartesiano y de su método sobre el trabajo intelectual de Marx.

Y por eso yo digo que mientras más estudio a Marx, más admiro a Descartes.

Saludos.

Carlos
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De: Yves MONINO 
Fecha: 13 de febrero de 2012 10:58
Asunto: El origen de la duda metódica
Para: CarlosVidales 
CC: NTC … , Fabio Martínez , Omar Ortiz Forero 

Querido Carlos,

Ya sabes que comparto tus opiniones relativas a nuestro amigo René, a los antipapistas y a los papas alemanes. Es precisamente en Alemania, en Ulm, que Descartes a los 23 años tuvo la iluminación casi mística de la duda metódica a través de tres sueños. Fue el primer filósofo quien díó importancia a las significaciones de sus sueños, los cuales empezaba a interpretar aun antes de despertar del todo. El abuelo de Freud, ¡así es!: el filósofo del Cogito y padre mítico de la Razón francesa llegó a ella por caminos irracionales, como debe ser.

Por eso me permito mandarte en adjunto, así como a los amigos de NTC … , un fragmento, que acabo de traducir al castellano aquí en Cartagena, de un librito muy divertido (Descartes et le cannabis, puedes conseguirlo fácilmente en la red), escrito por un filósofo y periodista del satírico Le Canard enchaîné ( 1, Frédéric Pagès. Con argumentos tan improbables como irrefutables, considera más acorde al honor de la Grandeur francesa que nuestro buen René se marchara a Holanda para poder fumar libremente marijuana y no, como lo insinúan los pérfidos antipapistas suecos, para huir del absolutismo de Mazarín, Luís XIII y Richelieu, y de la tiranía de la Iglesia galicana, apostólica y romana. Como bién lo recuerdas, los muy obtusos olvidan que la única amenaza que tuvo que sufrir Descartes en su vida fue en Utrecht, por parte de Vœtius, un predicador protestante quien le prometía lengua cortada por blasfema, estrangulación por homosexual y hoguera por ateo. Y fue el embajador de Francia, junto con la Universidad de Groningen, quien hizo callar esas amenazas.

Dicho esto, en mi opinión, el fragmento que adjunto aclara definitivamente cómo nació la duda metódica.

¡Buena lectura!
Un abrazo, Yves

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Revelaciones: Descartes en la noche del 10 de noviembre de 1619
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Sacado de: Frédéric Pagès. (1996). Descartes y el cannabisParis, Editions Mille et une nuits, colección “Les Petits Libres”, págs. 38-41.


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El más “francés” de nuestros filosofos no vivió en Francia. Escogió instalarse en Holanda. ¿Por qué razones confesables? Una verdadera investigación era necesaria. Filósofo y periodista del famoso Canard enchaîné, Frédéric Pagès  reescribe  la biografía de Descartes de manera tan divertida como seria, interrogándose con malicia sobre las razones de las frecuentes y largas estadías del filósofo en Holanda: de paso, muchas ideas de cajón se van es-fumando...
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« En Descartes, la conciencia es un drama, recortado en días. Seis actos, seis meditaciones... Esta conciencia tiene su historia, su aventura, sus “huecos negros” y sus iluminaciones.

Sé que avanzo en terreno enemigo. Estupefacción, iluminación... ¿Estamos aún en país racional? Pero no puedo impedirme pensar en la célebre escena de la “estufa”. Descartes la cuenta en el Discurso, al principio de la segunda parte, mas demasiado brevemente: “Estaba entonces en Alemania... Me quedaba todo el día encerrado, solo en una estufa en que tenía una total libertad para entregarme a mis pensamientos.” Resulta que ese día de enclaustramiento no tuvo nada de apacible, como lo deja suponer este pasaje. ¡Una tempestad! ¡Un trance místico! Eso es lo que le ocurrió en realidad. Lo sabemos por la narración detallada que Descartes hizo de ella en una obra de juventud titulada Olympica, hoy perdida pero que conocemos gracias a Baillet y a Leibniz que la leyeron.

¡Una fomosa noche, ese 10 de noviembre de 1619!... Nuestro caballero alquiló, en los alrededores de Ulm, una “estufa”, es decir un cuarto calentado “a la alemana”. Un horno de loza alimentado exteriormente desde una alcoba contigua, asegura un calor constante, sin humo ni corriente de aire, y sin que el huesped esté molestado por los sirvientes cargados de leña. Esa noche –pues la aventura es nocturna–, Descartes tiene visiones, sueños, alucinaciones: “Se fatigó de tal forma que el fuego le cogió el cerebro y que cayó en una especie de entusiasmo que dispuso de tal manera de su espíritu abatido que lo metió en el estado de recibir las impresiones de los sueños y de las visiones”, cuenta Baillet. [1]

En el primero, camina con dificultad y se ve empujado por un viento violento en dirección de la iglesia de un colegio. Un personaje le ofrece un melón, símbolo, según él, de las “dulzuras de la soledad”. El segundo sueño es una alucinación. Descartes oye un trueno y se despierta: el cuarto está salpicado de chispas. Se espanta, luego se tranquiliza y vuelve a dormirse. En el tercer sueño, ve un libro de poesía abierto en una página que lleva escrito: “¿Quod vitae sectabor iter?” (¿Qué camino de vida seguiré?). Balance de este fuego de cerebro: la vida de Descartes toma un giro nuevo. Ha encontrado la nueva filosofía, la ciencia admirable...

No sin convulsiones... Entusiasmo... Esta palabra es fuerte, viene de entheos, désigna la posesión divina o demoniaca, la entrada de un demonio en el durmiente. ¡Vaya! he aquí “el espíritu cartesiano” con colores que uno no esperaba: un duende... un espíritu errante... ¿quién sabe? un djinn... un genio del bosque alemán... ¿O una parcela del Espíritu Santo? El filósofo católico Jacques Maritain calificaba esa noche de “Pentecostés de la razón”. El racionalismo habría descendido sobre la cabeza de Descartes en una lluvia de chispas, como las lenguas de fuego sobre los apóstoles de Cristo...

En todo caso, ese 10 de noviembre en llamas turbó a más de un admirador, empezando con Leibniz, quien no juzgó estas Olympica dignas de ser recopiladas, “molesto quizás por haber encontrado en el origen de una búsqueda racional un episodio tan irracional”, explica Geneviève Rodis-Lewis. [2]

Adrien Baillet, en cuanto a él, tiene su explicación de hombre de Iglesia: el joven Descartes nos ejecutó esa noche una “sinderesis”. Hay que ser inculto como un descreido moderno para ignorar que “sinderesis” designa “un retorno hacia Diós”, “un remordimiento de conciencia”. ¿Esas chispas? ¿Esas buenas resoluciones? ¡Una sinderesis, claro! Con este acceso de calor, Descartes habría reintegrado el camino recto de la filosofía cristiana. [3]

Pero entonces, ¿esas alucinaciones? ¿Esas meninges en llamas?  Aun calentando la loza al rojo blanco, aun con una hoguera de infierno, aun con montones de haces de leña, parece difícil provocar un “fuego de cerebro”. Mas no era el vino.

Entonces ? »
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[1] Nota del traductor: Adrien Baillet. (1691). La vie de M. Descartes, libro II, capítulo 1. (Republicado en 1992 por la editorial La Table Ronde).
[2] Nota del traductor: Geneviève Rodis-Lewis. (2010), Descartes. Paris, CNRS éditions. [No he encontrado la fuente anterior a 1996.]
[3] Nota del autor: Baillet precisa que Descartes no había tomado vino desde hacía tres meses.
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De: Carlos Vidales
Fecha: 13 de febrero de 2012 15:08

Asunto: Re: El origen de la duda metódica
Para: Yves MONINO
CC: NTC , fabiomartinez , OmarOrtizForero 


Querido Yves,

Gracias por ese texto aleccionador de Frédéric Pagès, cuya traducción (ajustada, supongo) nos envías. Desde que cambié mi computador (ordinateur, pardonnez moi) me resulta muy difícil acceder al magnífico y erudito superdiccionario franchute que me recomendaste hace años y por eso no puedo ahora rastrear posibles errores de traducción, mi hobby predilecto. Las circunstancias me obligan a confiar en ti, jeje.

No conocía a Frédéric Pagès. Ya ves, siempre me estás enseñando algo nuevo. Estas conversaciones internéticas son maravillosas porque los buenos amigos enriquecen la información, el conocimiento y el gusto por la vida.

Es verdad lo que cuentas del fanático Gisbertus Voetius (1589-1676), implacable perseguidor de Descartes. Llegó a decir que nuestro amigo René era ateo, lo cual era y es peor que se acusado de homosexual, como se demuestra por el hecho de que en Colombia los periodistas le preguntan a los candidatos, con tono inquisitorial: "¿Usted cree en Dios?", pero nunca los acosan con preguntas acerca de sus amantos y amantas. El tal Gisbertus Voetius era tan importante en las huestes del protestantismo, que la gente lo llamaba "el Papa de Utrecht". Había escrito, entre muchas obras dogmáticas, un libraco impresionante titulado Thologia practica, en el cual demostraba irrefutablemente que todo aquel que tuviera una opinión diferente de la suya era un hereje perdido. Su famoso discurso Scientia cum pietate (Ciencia con piedad) pretendía defender la unión entre la ciencia y la religión, pero en realidad predicaba el sometimiento de la ciencia a las imposiciones del dogma. Precisamente, su argumentación contra Descartes consistía en que los razonamientos científicos del buen René introducían la duda ante el dogma, el aristotelismo y la ortodoxia teológica.

Como rector de la Universidad de Utrecht, Voetius convirtió ese claustro en el fortín de los ayatolás calvinistas, o del calvinismo talibán. A ese calvinismo le cabe la gloria de haber quemado en la hoguera, entre muchos otros, a don Miguel Servet, precursor de los estudios sobre la circulación sanguínea y pionero de la investigación sobre circulación pulmonar. Servet racionalizó sobre el dogma irracional de la Santísima Trinidad y esa fue la causa de su proceso, las torturas que se le infligieron por orden de Calvino, y su muerte en la hoguera, en la docta Ginebra, más tarde patria de Rousseau.

En suma: que si Descartes fue asesinado, el primer sospechoso es Voetius y sus fanáticos sicarios.

Saludos.

Carlos

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