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ntcgra@gmail.com Cali, Colombia.
Y a los relacionados en: Ver todo mi perfil
-“… pedir permiso a otros para vivir.”
Marx en La Crítica al Programa de Gotha (A) pág. 10
“… era una pobre… en una palabra, que vivía de su trabajo…”
(Crimen y castigo, Fiodor Dostoievsky)
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Con Permiso Para Pensar
EL TIEMPO, Bogotá, Domingo a Domingo, 14 de junio de 2009
http://www.eltiempo.com/domingoadomingo_eltiempo/antoni-domnech-editor-general-de-sin-permiso-estuvo-en-bogota_5433747-1
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3484946
Reprodujo, publica y difunde: NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Junio 15, 2009. (Negrillas, colores y enlaces, con todo respecto, son de NTC … )
La imagen podría ser de un cuento de Julio Cortázar: un grupo de hombres y mujeres de dos generaciones, con mucho en común, pero tal vez lo más importante, derrotados políticamente, se reúnen para crear una revista, con tres núcleos de redacción en Barcelona, Buenos Aires y México, y patas en distintas ciudades, tantas como amigos de viejas luchas, desperdigados por el mundo.
Estas personas, casi todas académicas, llevaron a sus discípulos, quienes los convencieron de que la revista en papel, con tiraje de cuatro mil números, tan voluminosa como un libro, era importante, pero mucho más lo era construir su sitio en Internet para llegar de inmediato a un público más amplio. Hubo consenso. Viejos, más jóvenes y jóvenes, sin cobrar un solo peso, pusieron manos a la obra. Han pasado tres años y Sin Permiso , http://www.sinpermiso.info/# , es ya una referencia de obligatoria lectura, cada ocho días, para 21 mil personas de los cinco continentes, suscritas gratuitamente a su edición electrónica, en la que se publican 15 artículos. Cada día acceden a su página unos 25 mil lectores. Colombia ocupa la novena posición en entradas.
María Julia Bertomeu y Carlos Abel Suárez, desde Buenos Aires, Adolfo Gilly, desde México y Daniel Reventós, desde Barcelona, son algunos de los miembros del Consejo Editorial. En la redacción, entre muchos, se destaca la colaboración de la histórica y mítica militante del Partido Comunista italiano Rossana Rossanda, ex directora del diario Il Manifesto y una de las mujeres que hicieron parte de la resistencia partisana en la II Guerra Mundial. Rossanda, desde Milán, a sus 85 años y recién casada, escribe permanentemente sobre la actualidad de su país y del mundo.
El editor general, Antoni Domènech, desde muy joven militó en la resistencia clandestina antifranquista desde las filas del Partido Comunista, estudió filosofía y derecho en la Universidad de Barcelona. Desde 1994, es catedrático de Filosofía en la Facultad de Ciencias Económicas de esa universidad.
Domènech estuvo en Bogotá, como expositor principal en un seminario sobre el filósofo político norteamericano John Rawls ( 1 ) y para presentar la revista, en el claustro de San Agustín, a conocedores y profanos que no le perdieron palabra a su sesuda y emotiva exposición.
Su presentación de ‘Sin Permiso’, en la página web, http://www.sinpermiso.info/# , termina con una cita de Marx. ¿Por qué la eligió? Porque en esa cita se declara que, en todas las épocas, quien no tiene medios propios de vida tiene que pedir permiso a otros para vivir, y por eso no es libre. Libertad es no tener que pedir permiso a otro para sobrevivir: es una vieja idea que viene del Mediterráneo antiguo, de los atenienses. Es muy notable que en la Crítica del Programa de Gotha, de donde está tomada, Marx se sirviera explícitamente de esa vieja idea para ilustrar lo que eran democracia revolucionaria, la I República francesa de 1793, y socialismo industrial modernos: programas políticos de universalización de la libertad republicana. Que nadie sea esclavo de otro, esa es la idea. Y convertir esa cita de Marx en el título de la revista entraña otra cosa: equivale a una declaración de principios radicalmente laicos; no somos marxistas sectarios, religiosos. Sectario es quien cree en un mito fundador, según el cual el origen de su tradición moral o política empieza de cero, sin antecedentes, como novedad absolutamente radical. Así son todas las religiones, sin excepción.
‘Sin Permiso ’ no recibe avisos publicitarios ni subvenciones. ¿Cómo funciona? En eso estamos, voluntariamente, en la tradición publicista del movimiento obrero internacional: antes de la II Guerra Mundial, ningún periódico socialista, en el amplio sentido del término, que abarca desde el laborismo británico y las socialdemocracias continentales europeas hasta el anarcosindicalismo, pasando por los distintos comunismos, admitía publicidad comercial ni recibía subvenciones públicas o privadas. Hacer buena propaganda política, fundada en análisis intelectualmente honrados de lo que hay y encaminada a persuadir de un cambio radical con buenos argumentos pública y racionalmente debatibles es incompatible con depender de publicidad mercenaria – “mercenario” tiene la misma raíz etimológica que “mercado” y “meretriz”-; es incompatible con tener que pedir permiso a empresas privadas o a gobiernos para existir. Sin Permiso se hace gratis et amore, con la disciplina y con la generosidad de los viejos combatientes socialistas: de nuestros mayores anarcosindicalistas aprendimos que la disciplina sin generosidad es una ilusión farisaica; y de nuestros mayores marxistas, que la generosidad sin disciplina es una ilusión filistea.
Además de socialistas, ¿a qué otros publican? Publicamos a veces a liberales de izquierda inteligentes. Los premios Nobel Krugman y Stiglizt, por ejemplo. Los enfants terribles del establishment son interesantes también porque conocen las entrañas del sistema. A Michael Hudson lo traducimos y publicamos siempre con gusto, por la soberbia calidad analítica de sus escritos.
Habló usted de artículos premonitorios de la crisis económica y financiera mundial. ¿Quiénes los hicieron? Es verdad. Los economistas que anticiparon la que se nos venía encima no fueron académicos del establishment, ni siquiera liberales de izquierda críticos con el sistema, como Krugman y Stiglitz, sino quienes habían roto radicalmente con él en los 90, como Hudson, o economistas de formación marxista, como mi amigo berlinés Michael Krätke, del Consejo Editorial de Sin Permiso , actualmente en la Universidad de Lancaster, que además de ser uno de los editores de la nueva edición crítica internacional de las obras completas de Marx y Engels, es un reconocido especialista en mercados financieros. O el historiador de la Universidad de California Robert Brenner, también de nuestro Consejo Editorial. Publicamos piezas analíticamente interesantes y premonitorias del economista socialista filipino Walden Bello, “premio Nobel alternativo”.
¿Cómo ven en ‘Sin Permiso’ la situación? El momento es muy grave y complicado. Los tres componentes de la llamada “globalización”: primero, ‘remundialización’ del capitalismo; segundo, neoliberalismo entendido como saqueo privatizador del patrimonio público, incluido el patrimonio natural; y tercero, ‘financiarización’ de la economía, han fracasado, revelándose como ilusorias todas las apariencias de prosperidad grotescamente celebradas en las últimas décadas por algunos intelectuales y periodistas. A eso hay que sumar, al menos, la crisis energética –el agotamiento de los combustibles fósiles que han estado en la base de la economía mundial en las últimas centurias–, así como la crisis ecológica cuya manifestación más visible es el catastrófico cambio climático. Las tres crisis –económica, energética, ecológica– estaban ya en el horizonte en los años 70. Esta guerra de los treinta años en que triunfaron las fuerzas de la reacción, del oscurantismo y de la irresponsabilidad sobre las fuerzas democráticas y populares a escala planetaria ha significado también perder 30 años en la resolución de problemas gravísimos y urgentes que estaban claramente planteados en los 70.
Y lo que tenemos ahora son, por un lado, fuerzas muy menguadas, las de la izquierda, que sufrió una derrota espantosa luego del 68, y, por el otro, unas elites que, puestas ante la evidencia del fracaso clamoroso de todas sus políticas en las tres últimas décadas, están desconcertadas ante la magnitud de unos problemas que, víctimas de sus propias mentiras, ni siquiera parecen capaces de comprender y no digamos de enfrentar.
Cuéntenos de su último libro. Es una investigación académica, trabajé 10 años, sobre El eclipse de la fraternidad* . De los tres valores emblemáticos de la democracia republicana moderna -libertad, igualdad, fraternidad-, el de la fraternidad no sólo resulta hoy el más enigmático, sino que es el menos estudiado. De aquí el subtítulo: “Una revisión republicana de la tradición socialista”, que, como observó en su día uno de los críticos más inteligentes de mi obra, también habría podido ser al revés: “Una revisión socialista de la tradición republicana”
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NoTiCas de NTC … :
ENLACES
Sobre El eclipse de la fraternidad*
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=41901418&iCveNum=3652
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/9637/El_eclipse_de_la_fraternidad/
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DE: La Renta Básica de Ciudadanía como derecho de existencia
http://www.attacmadrid.org/d/6/060305111115.php
María Julia Bertomeu y Daniel Raventós, Red de Renta Básica, Rebelión, 3-3-2006 Rebelion. La Renta Básica de Ciudadanía como derecho de existencia , http://www.rebelion.org/noticia.php?id=27643&titular=la-renta-b%C3%A1sica-de-ciudadan%C3%ADa-como-derecho-de-existencia-
“ … ser libre es estar exento de pedir permiso a otro para vivir o sobrevivir, para existir socialmente; quien depende de otro particular para vivir, es arbitrariamente interferible por él, y por lo mismo, no es libre. Quien no tiene asegurado el “derecho a la existencia” por carecer de propiedad, no es sujeto de derecho propio –sui iuris—, vive a merced de otros, y no es capaz de cultivar ni menos de ejercitar la virtud ciudadana, precisamente porque las relaciones de dependencia y subalternidad le hacen un sujeto de derecho ajeno, un alieni iuris, un “alienado”. …”
“…. Las grandes desigualdades sociales son las causas de la falta de libertad. Estas grandes desproporciones en la riqueza, estas inmensas bolsas de pobreza, el hambre conviviendo geográficamente con la más insultante opulencia, todo ello provoca falta de libertad para la inmensa mayoría. Igualdad y libertad no son dos variables a elegir, si más de una menos de otra y viceversa. Las grandes desigualdades crean un problema profundo de libertad para la gran mayoría. El que no tiene la existencia material garantizada debe pedir permiso a otro para poder vivir (27). ¿Qué libertad tiene el trabajador que no sabe si el mes próximo, quizás la semana próxima, seguirá teniendo aquel puesto de trabajo que le proporciona el sustento diario? ¿Qué libertad tiene la mujer materialmente dependiente del marido o amante, que la maltrata, la domina y, a veces, llega a asesinarla? ¿Qué libertad tiene el desempleado que vive marcado con el estigma del subsidio público, si quizás vive en un país europeo, o de la caridad, si vive en un país pobre y tiene algo de suerte? No son libres como no lo es aquella persona que no tiene el derecho a la existencia material garantizada y tiene que pedir permiso a otros para vivir. …”
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….
“(27) Para utilizar la genial expresión de Marx en La Crítica al Programa de Gotha –pág. 10 - (A) : “Sólo en la medida en que el hombre se relaciona de buen principio como propietario con la naturaleza –que es la primera fuente de todos los medios y los objetos del trabajo—, sólo en la medida en que la trata como cosa suya, será el trabajo fuente de valores de uso, es decir, de riqueza. (...) el hombre que no posea otra propiedad que su propia fuerza de trabajo, en cualesquiera situaciones sociales y culturales, tiene que ser el esclavo de los otros hombres, de los que se han hecho con la propiedad de las condiciones objetivas del trabajo. Sólo puede trabajar con el permiso de éstos, es decir: sólo puede vivir con su permiso.” (El subrayado es nuestro).
(A) Pág. 10. Allí el libro completo ( http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/M&E(SP)/CGP75s.html ) o en http://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/gothai.htm
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La propuesta de la Renta Básica de Ciudadanía María Julia Bertomeu, Antoni Domènech y Daniel Raventós. http://www.rebelion.org/noticias/2005/7/18368.pdf
Con Permiso Para Pensar
EL TIEMPO, Bogotá, Domingo a Domingo, 14 de junio de 2009
http://www.eltiempo.com/domingoadomingo_eltiempo/antoni-domnech-editor-general-de-sin-permiso-estuvo-en-bogota_5433747-1
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-3484946
Reprodujo, publica y difunde: NTC … Nos Topamos Con … http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia, Junio 15, 2009. (Negrillas, colores y enlaces, con todo respecto, son de NTC … )
La imagen podría ser de un cuento de Julio Cortázar: un grupo de hombres y mujeres de dos generaciones, con mucho en común, pero tal vez lo más importante, derrotados políticamente, se reúnen para crear una revista, con tres núcleos de redacción en Barcelona, Buenos Aires y México, y patas en distintas ciudades, tantas como amigos de viejas luchas, desperdigados por el mundo.
Estas personas, casi todas académicas, llevaron a sus discípulos, quienes los convencieron de que la revista en papel, con tiraje de cuatro mil números, tan voluminosa como un libro, era importante, pero mucho más lo era construir su sitio en Internet para llegar de inmediato a un público más amplio. Hubo consenso. Viejos, más jóvenes y jóvenes, sin cobrar un solo peso, pusieron manos a la obra. Han pasado tres años y Sin Permiso , http://www.sinpermiso.info/# , es ya una referencia de obligatoria lectura, cada ocho días, para 21 mil personas de los cinco continentes, suscritas gratuitamente a su edición electrónica, en la que se publican 15 artículos. Cada día acceden a su página unos 25 mil lectores. Colombia ocupa la novena posición en entradas.
María Julia Bertomeu y Carlos Abel Suárez, desde Buenos Aires, Adolfo Gilly, desde México y Daniel Reventós, desde Barcelona, son algunos de los miembros del Consejo Editorial. En la redacción, entre muchos, se destaca la colaboración de la histórica y mítica militante del Partido Comunista italiano Rossana Rossanda, ex directora del diario Il Manifesto y una de las mujeres que hicieron parte de la resistencia partisana en la II Guerra Mundial. Rossanda, desde Milán, a sus 85 años y recién casada, escribe permanentemente sobre la actualidad de su país y del mundo.
El editor general, Antoni Domènech, desde muy joven militó en la resistencia clandestina antifranquista desde las filas del Partido Comunista, estudió filosofía y derecho en la Universidad de Barcelona. Desde 1994, es catedrático de Filosofía en la Facultad de Ciencias Económicas de esa universidad.
Domènech estuvo en Bogotá, como expositor principal en un seminario sobre el filósofo político norteamericano John Rawls ( 1 ) y para presentar la revista, en el claustro de San Agustín, a conocedores y profanos que no le perdieron palabra a su sesuda y emotiva exposición.
Su presentación de ‘Sin Permiso’, en la página web, http://www.sinpermiso.info/# , termina con una cita de Marx. ¿Por qué la eligió? Porque en esa cita se declara que, en todas las épocas, quien no tiene medios propios de vida tiene que pedir permiso a otros para vivir, y por eso no es libre. Libertad es no tener que pedir permiso a otro para sobrevivir: es una vieja idea que viene del Mediterráneo antiguo, de los atenienses. Es muy notable que en la Crítica del Programa de Gotha, de donde está tomada, Marx se sirviera explícitamente de esa vieja idea para ilustrar lo que eran democracia revolucionaria, la I República francesa de 1793, y socialismo industrial modernos: programas políticos de universalización de la libertad republicana. Que nadie sea esclavo de otro, esa es la idea. Y convertir esa cita de Marx en el título de la revista entraña otra cosa: equivale a una declaración de principios radicalmente laicos; no somos marxistas sectarios, religiosos. Sectario es quien cree en un mito fundador, según el cual el origen de su tradición moral o política empieza de cero, sin antecedentes, como novedad absolutamente radical. Así son todas las religiones, sin excepción.
‘Sin Permiso ’ no recibe avisos publicitarios ni subvenciones. ¿Cómo funciona? En eso estamos, voluntariamente, en la tradición publicista del movimiento obrero internacional: antes de la II Guerra Mundial, ningún periódico socialista, en el amplio sentido del término, que abarca desde el laborismo británico y las socialdemocracias continentales europeas hasta el anarcosindicalismo, pasando por los distintos comunismos, admitía publicidad comercial ni recibía subvenciones públicas o privadas. Hacer buena propaganda política, fundada en análisis intelectualmente honrados de lo que hay y encaminada a persuadir de un cambio radical con buenos argumentos pública y racionalmente debatibles es incompatible con depender de publicidad mercenaria – “mercenario” tiene la misma raíz etimológica que “mercado” y “meretriz”-; es incompatible con tener que pedir permiso a empresas privadas o a gobiernos para existir. Sin Permiso se hace gratis et amore, con la disciplina y con la generosidad de los viejos combatientes socialistas: de nuestros mayores anarcosindicalistas aprendimos que la disciplina sin generosidad es una ilusión farisaica; y de nuestros mayores marxistas, que la generosidad sin disciplina es una ilusión filistea.
Además de socialistas, ¿a qué otros publican? Publicamos a veces a liberales de izquierda inteligentes. Los premios Nobel Krugman y Stiglizt, por ejemplo. Los enfants terribles del establishment son interesantes también porque conocen las entrañas del sistema. A Michael Hudson lo traducimos y publicamos siempre con gusto, por la soberbia calidad analítica de sus escritos.
Habló usted de artículos premonitorios de la crisis económica y financiera mundial. ¿Quiénes los hicieron? Es verdad. Los economistas que anticiparon la que se nos venía encima no fueron académicos del establishment, ni siquiera liberales de izquierda críticos con el sistema, como Krugman y Stiglitz, sino quienes habían roto radicalmente con él en los 90, como Hudson, o economistas de formación marxista, como mi amigo berlinés Michael Krätke, del Consejo Editorial de Sin Permiso , actualmente en la Universidad de Lancaster, que además de ser uno de los editores de la nueva edición crítica internacional de las obras completas de Marx y Engels, es un reconocido especialista en mercados financieros. O el historiador de la Universidad de California Robert Brenner, también de nuestro Consejo Editorial. Publicamos piezas analíticamente interesantes y premonitorias del economista socialista filipino Walden Bello, “premio Nobel alternativo”.
¿Cómo ven en ‘Sin Permiso’ la situación? El momento es muy grave y complicado. Los tres componentes de la llamada “globalización”: primero, ‘remundialización’ del capitalismo; segundo, neoliberalismo entendido como saqueo privatizador del patrimonio público, incluido el patrimonio natural; y tercero, ‘financiarización’ de la economía, han fracasado, revelándose como ilusorias todas las apariencias de prosperidad grotescamente celebradas en las últimas décadas por algunos intelectuales y periodistas. A eso hay que sumar, al menos, la crisis energética –el agotamiento de los combustibles fósiles que han estado en la base de la economía mundial en las últimas centurias–, así como la crisis ecológica cuya manifestación más visible es el catastrófico cambio climático. Las tres crisis –económica, energética, ecológica– estaban ya en el horizonte en los años 70. Esta guerra de los treinta años en que triunfaron las fuerzas de la reacción, del oscurantismo y de la irresponsabilidad sobre las fuerzas democráticas y populares a escala planetaria ha significado también perder 30 años en la resolución de problemas gravísimos y urgentes que estaban claramente planteados en los 70.
Y lo que tenemos ahora son, por un lado, fuerzas muy menguadas, las de la izquierda, que sufrió una derrota espantosa luego del 68, y, por el otro, unas elites que, puestas ante la evidencia del fracaso clamoroso de todas sus políticas en las tres últimas décadas, están desconcertadas ante la magnitud de unos problemas que, víctimas de sus propias mentiras, ni siquiera parecen capaces de comprender y no digamos de enfrentar.
Cuéntenos de su último libro. Es una investigación académica, trabajé 10 años, sobre El eclipse de la fraternidad* . De los tres valores emblemáticos de la democracia republicana moderna -libertad, igualdad, fraternidad-, el de la fraternidad no sólo resulta hoy el más enigmático, sino que es el menos estudiado. De aquí el subtítulo: “Una revisión republicana de la tradición socialista”, que, como observó en su día uno de los críticos más inteligentes de mi obra, también habría podido ser al revés: “Una revisión socialista de la tradición republicana”
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NoTiCas de NTC … :
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Sobre El eclipse de la fraternidad*
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=41901418&iCveNum=3652
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/9637/El_eclipse_de_la_fraternidad/
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DE: La Renta Básica de Ciudadanía como derecho de existencia
http://www.attacmadrid.org/d/6/060305111115.php
María Julia Bertomeu y Daniel Raventós, Red de Renta Básica, Rebelión, 3-3-2006 Rebelion. La Renta Básica de Ciudadanía como derecho de existencia , http://www.rebelion.org/noticia.php?id=27643&titular=la-renta-b%C3%A1sica-de-ciudadan%C3%ADa-como-derecho-de-existencia-
“ … ser libre es estar exento de pedir permiso a otro para vivir o sobrevivir, para existir socialmente; quien depende de otro particular para vivir, es arbitrariamente interferible por él, y por lo mismo, no es libre. Quien no tiene asegurado el “derecho a la existencia” por carecer de propiedad, no es sujeto de derecho propio –sui iuris—, vive a merced de otros, y no es capaz de cultivar ni menos de ejercitar la virtud ciudadana, precisamente porque las relaciones de dependencia y subalternidad le hacen un sujeto de derecho ajeno, un alieni iuris, un “alienado”. …”
“…. Las grandes desigualdades sociales son las causas de la falta de libertad. Estas grandes desproporciones en la riqueza, estas inmensas bolsas de pobreza, el hambre conviviendo geográficamente con la más insultante opulencia, todo ello provoca falta de libertad para la inmensa mayoría. Igualdad y libertad no son dos variables a elegir, si más de una menos de otra y viceversa. Las grandes desigualdades crean un problema profundo de libertad para la gran mayoría. El que no tiene la existencia material garantizada debe pedir permiso a otro para poder vivir (27). ¿Qué libertad tiene el trabajador que no sabe si el mes próximo, quizás la semana próxima, seguirá teniendo aquel puesto de trabajo que le proporciona el sustento diario? ¿Qué libertad tiene la mujer materialmente dependiente del marido o amante, que la maltrata, la domina y, a veces, llega a asesinarla? ¿Qué libertad tiene el desempleado que vive marcado con el estigma del subsidio público, si quizás vive en un país europeo, o de la caridad, si vive en un país pobre y tiene algo de suerte? No son libres como no lo es aquella persona que no tiene el derecho a la existencia material garantizada y tiene que pedir permiso a otros para vivir. …”
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“(27) Para utilizar la genial expresión de Marx en La Crítica al Programa de Gotha –pág. 10 - (A) : “Sólo en la medida en que el hombre se relaciona de buen principio como propietario con la naturaleza –que es la primera fuente de todos los medios y los objetos del trabajo—, sólo en la medida en que la trata como cosa suya, será el trabajo fuente de valores de uso, es decir, de riqueza. (...) el hombre que no posea otra propiedad que su propia fuerza de trabajo, en cualesquiera situaciones sociales y culturales, tiene que ser el esclavo de los otros hombres, de los que se han hecho con la propiedad de las condiciones objetivas del trabajo. Sólo puede trabajar con el permiso de éstos, es decir: sólo puede vivir con su permiso.” (El subrayado es nuestro).
(A) Pág. 10. Allí el libro completo ( http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/M&E(SP)/CGP75s.html ) o en http://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/gothai.htm
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La propuesta de la Renta Básica de Ciudadanía María Julia Bertomeu, Antoni Domènech y Daniel Raventós. http://www.rebelion.org/noticias/2005/7/18368.pdf
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