Gracias al aporte y a la autorización (Octubre 28, 2019) del autor*
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VIENE DE:
NTC … 19 de junio de 2009
ANGEL ZAPATA CEBALLOS
SEMBLANZA DEL PROFESOR
Texto presentado y leído por su autor
en la inauguración del Auditorio Angel
Zapata Ceballos
en la Universidad del Valle
El profesor Angel
Zapata Ceballos nació en junio de 1921 en Amalfi, un pueblito situado en el
nordeste antioqueño y murió en Medellín en junio 19 de 2009. Fueron sus padres
Manuel Antonio Zapata, un minero de río y socavón, y Agripina Ceballos, quien
por las ocupaciones de su marido fue la mayor responsable de su crianza. Yolombó
“fue el cielo de mi infancia”, el pueblo de la marquesa del cuento de Tomás
Carrasquilla, en donde, como lo narraba el Dr. Zapata en su libro
autobiográfico, La textura del Tiempo, “el tigre recorría
las calles empedradas en las noches”. “En Bello transcurrió su
adolescencia” y allí terminó sus estudios primarios, empezó a jugar fútbol,
ajedrez, una de sus pasiones, y consiguió su primer trabajo en Fabricato,
revisando las telas.
En 1935, quiso
iniciar su bachillerato en el Liceo Antioqueño, pero cuando llegó con su mamá a
inscribirse ya no había cupo, así que con los cuadernos que le prestó un amigo
empezó a estudiar por su cuenta. Ese año, que el llamó el de mi falso
bachillerato, fue el período más bello de su adolescencia, entre el fútbol, las
amistades y sus primeros amores. Los cuadernos de su amigo lo conquistaron para
las ciencias. Al siguiente año cumplió uno de sus anhelos, al ser admitido en
el Liceo Antioqueño, institución de alta calidad que tuvo un gran impacto en su
formación. La filosofía, la literatura, la historia, las matemáticas, las ciencias
naturales, acabaron de conquistarlo, pues además de excelentes profesores, tuvo
sus primeros amigos intelectuales, que dejaron honda huella en su ser.
Al terminar el
bachillerato, su profesor de Química, el Doctor Alfredo Restrepo le contó que
en la Universidad
de Antioquia, acababan de aprobar la fundación de una Escuela de Química, para
que “muchachos como tú puedan estudiar la verdadera Química” A pesar de
las dudas de su madre, decidió matricularse en la Universidad y fue con
otros 44 estudiantes y sus profesores, en 1943, uno de los fundadores de la Escuela de Química, que en
1944 se transformó en la
Escuela de Ingeniería Química. Durante sus estudios,
además de trajinar con la Química, la Bioquímica , los balances de materia y energía, la
termodinámica, el diseño, dedicó buena parte de su tiempo a cultivar su amor
por la Literatura
y la Filosofía.
Terminó sus
estudios de Ingeniería Química en 1947 e inmediatamente fue contratado por la Universidad de
Antioquia como profesor para dictar las asignaturas de Física y Fisicoquímica
hasta abril de 1948, cuando, con ocasión de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, la Universidad de
Antioquia suspendió actividades hasta nueva orden. A los pocos días recibió una
invitación para una entrevista de trabajo en el Ingenio Central de San Antonio
en Viotá en donde trabajó hasta marzo de 1949. Luego se vinculó a la empresa
Indurrayón en Barranquilla en la cual duró 5 meses después de los cuales
renunció porque el trato que daban los ingleses a los técnicos colombianos era “el
que recibe un perro sarnoso en un matrimonio de ricos”
A principios de
1950 se vinculó nuevamente a la Universidad de Antioquia a dictar los cursos de
Física y Fisicoquímica hasta 1955. Durante este período incursionó en la
creación de algunas empresas como la fabrica de gelatinas FANAGEL y tuvo tiempo
para continuar su afición por las humanidades, participando en tertulias con
Carlos Castro Saavedra, Jaime Betancur Cuartas, Javier Ramírez Soto, Carlos
Jiménez Gómez, Alberto Bernal Restrepo, Estanislao Zuleta y otros.
A finales de 1955
llegó a su casa el Dr. Gabriel Poveda Ramos quien lo convenció de
vincularse al Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad del Valle, que él dirigía, en
donde tendría todo un campo de acción y podría aportar al desarrollo de esta
naciente institución, regentada en esa época por Don Mario Carvajal. A
principios de 1956 viajó a Cali para vincularse a la Universidad del Valle.
Su vinculación duró muy poco pues a finales de ese año se vio obligado a
renunciar por diferencias de opinión con el decano debido a su apoyo a las
protestas estudiantiles contra el régimen del General Rojas Pinilla. Regresó a
Medellín y luego de una breve incursión en la industria recibió nuevamente la
invitación a vincularse a la
Universidad del Valle, esta vez de parte de Don Mario
Carvajal.
Reinició su labor
fecunda en la docencia de las ciencias básicas en la Facultad de Ingeniería de
la que fue decano encargado por un poco tiempo en 1964. Durante aproximadamente
27 años todas las cohortes de Ingenieros Químicos recibieron sus clases de
Fisicoquímica, que se volvieron famosas por su rigurosidad, sus difíciles
exámenes, pero sobretodo por el fino humor del profesor Zapata quien las
adornaba con anécdotas de la historia de las ciencias.
“Entre 1958 y 1970 la Universidad del Valle fue
mi objeto, mi sueño y mi vida. …Se absolutamente que el mismo sueño lo
compartían profesores y directivas. Entonces, más correcto sería escribir que la Universidad del Valle fue en este período, el sueño más
audaz y más soñado de todo un pueblo”.
Al poco tiempo se
creó el Departamento de Química al cual se vincularon el Dr Edgar
Martina proveniente de la Universidad Bolivariana de Medellín, Nelly de Palacios
primera mujer graduada como Ingeniera Química en la Universidad del Valle,
el Dr Rodrigo Paredes, Master en Química de la Universidad de Florida,
Elena de Piazuelo de origen Español y Walter Correa, Ingeniero Químico de la Universidad de
Antioquia.
Si bien el Dr
Zapata se graduó como ingeniero, era un enamorado de la ciencia, lo cual lo
llevó a plantear la creación de la carrera de Química junto con los
colegas de su Departamento. Con estudiantes reclutados en Ingeniería Química se
inició este programa en 1965 y para ello se vincularon 3 profesores con
Doctorado: Louis Hellemans (Belga), Ligia Pabón (Colombiana) y Brian Yates
(Inglés). Ahora el profesor Zapata amplió su campo de acción a la Mecánica Cuántica
compartida con sus colegas de Física Ramiro Tobón y Enrique Castellanos. Con el
empuje que lo caracterizaba, inició la investigación sobre la calidad
alimenticia del Chontaduro obteniendo su primera publicación International en
la revista Economic Botany. A ésta le siguió la investigación sobre las
zeolitas que le valió el primer premio en un concurso abierto por la compañía
Expreso Palmira.
Para fortalecer el
Departamento de Química, los primeros egresados fueron enviados a realizar
estudios de doctorado a Estados Unidos con el patrocinio de la Fundación Rockefeller.
Al regreso de éstos y sintiéndose menospreciado, solicitó el año sabático
durante el cual escribió su obra magna: tres tomos de Fisicoquímica,
hazaña no superada hasta ahora en nuestra Universidad en un año sabático, y que,
bien haríamos en recuperar como parte de nuestra memoria histórica. Al regresar
de su año sabático, viendo que la atmósfera en su departamento no había
mejorado, decidió jubilarse en 1977.
Pero le haríamos
una gran injusticia al Dr. Zapata, si no resaltáramos sus dotes de pensador, de
líder académico y político en muchas de las etapas del desarrollo de la Universidad.
Luego de su
jubilación, no se podía quedar quieto, su espíritu emprendedor no le daba
reposo y con los Ingenieros Químicos Francisco Gensini y Walter Correa montó
una compañía para explotar y purificar caolines para la industria papelera. Por
razones económicas y de salud, producto de un grave accidente en la fábrica,
decidieron liquidar la compañía.
Atendiendo la
invitación del entonces decano de la Facultad de Ingeniería, Ingeniero Guillermo
Valencia, se vinculó nuevamente a la Universidad , esta vez en el Departamento de Procesos
Químicos y Biológicos, dedicado a la docencia y a la investigación, dirigiendo
más de quince Trabajos de Grado de Ingeniería Química. Durante este nuevo
periplo, se unió a la iniciativa de Luis Carlos Arboleda, de organizar un
seminario sobre Historia de la
Ciencia y la
Tecnología , en colaboración con varios profesores de
diferentes Facultades, del cual derivaron varias versiones del curso Historia
de la Ciencia ,
dictado para estudiantes de Ingenierías y Ciencias, que finalmente se plasmó en
un excelente libro titulado “De la Intuición al Pensamiento Abstracto” cuya
publicación, en 1996, fue patrocinada por el entonces decano de la Facultad de Ingenierías,
Dr Iván Enrique Ramos Calderón.
En el año de 1990,
decidió jubilarse definitivamente y dedicarse a una de sus pasiones, la
literatura. En este período publicó cinco libros más, entre poesía y prosa,
incluida su autobiografía “La textura del Tiempo”, un libro
maravilloso cuya lectura recomiendo y del cual extraje varios pasajes para esta
semblanza.
Sus contribuciones
a la formación de centenares de Ingenieros y Científicos, al desarrollo de la Ciencia y la Tecnología en el Valle
del Cauca y al engrandecimiento de la Universidad del Valle, fueron reconocidos con
varias condecoraciones como La
Medalla de la Ciudades Confederadas
(1991), La gran Cruz de la
Universidad del Valle (1990), La Medalla Simón Bolívar del Ministerio de Educación
Nacional (1983), Profesor Emérito de la Universidad del Valle (1978), Primer Premio en el
concurso de investigación Expreso Palmira (1978), la Medalla de la Sociedad Colombiana
de Ingeniería Química (1975), el Escudo de Fundador de la Facultad de Ingeniería
Química de la Universidad
de Antioquia (1948), y varias placas de reconocimiento del Departamento de
Química y sus egresados.
Quiero finalizar
con unas palabras de su amigo, el Dr Jairo Álvarez, escritas en el prólogo del
libro Ficciones y Relatos: “Quizá el aspecto más interesante de la
personalidad de Ángel Zapata es la forma como en su vida intelectual han
convivido y crecido, en una interacción viva y creativa, poco común, un yo
científico y un yo literario y filosófico, que le han permitido configurar, una
aproximación integral a la interpretación y vivencia del mundo. En esta
perspectiva resulta notable, por decir lo menos, el tránsito que ha hecho desde
una actividad científica, a una actividad literaria fecunda al término de su
vida universitaria cuando podríamos decir que es un hombre viejo.”
Al dedicar este
auditorio al Ingeniero Químico Ángel Zapata, hacemos nuevamente un homenaje
al gran maestro y pensador, extensivo a la memoria de su señora esposa Doña
Margarita Lujan y a sus hijos Angela María, Luis Gonzalo y Luz Elena,
Cali, mayo 13 de 2010.
* HÉCTOR FABIO ZULUAGA
CORRALES
Profesor Jubilado (2008)
Departamento de
Química
Universidad del
Valle
Cali-Colombia
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Gracias al aporte y a la autorización (Octubre 28, 2019) del autor
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NTC ... ENLACES.
El Auditorio Ángel Zapata Ceballos en la UV
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Vilma Montoya de Álvarez, Margarita Luján de Zapata, Ángel Zapata Ceballos y Jairo Álvarez G.
50 años del matrimonio Zapata-Luján. Buga (Basílica), Enero 28, 2009
Fotografía María Isabel Casas de NTC ... .
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